Realmente cuando dicen que el cariño no tiene precio, a pesar de que pueda sonarnos como a un cliché, se trata de una gran verdad. Al menos eso es lo que ha sentido el ladrón de esta familia de Melbourne, Australia, después de haberse llevado a la pequeña cachorrita Sasha. Hasta él ha sido capaz de conmoverse al ver este rostro y saber que los perritos forman parte de las familias y cuando son arrebatados es muy difícil de afrontar.
El hermoso labrador fue hurtado de la casa de la familia Hood un lunes en la mañana, junto a varios artículos de valor y otras pertenencias como ordenadores, tabletas, teléfonos inteligentes, pasaportes y joyas. Todos en casa al ver lo que había ocurrido, supieron de inmediato que no importaba tanto lo material, porque eso puede reponerse… Pero Sasha era irremplazable.
A todos les dolió mucho la falta del perrito, pero nadie sufrió más que su dueña más pequeñita, esta niña de 4 años llamada Maia, que tenía el corazón roto… Antes del robo, ella y Sasha formaron un hermoso vínculo de amistad, pasaban todo el tiempo juntas. Eran tan cercanas que Maia abandonaba su cómoda cama para irse a dormir con la perrita todas las noches.
En un esfuerzo por apelar a la emotividad de la persona o personas que se llevaron al cachorrito, la policía de la localidad y el padre de Maia, Ryan, se dirigieron a los culpables a través de un video que publicaron en su red social Facebook. Allí explicaron el dolor que la familia sentía después de haberlo perdido, haciendo mención especial a la niña.
«Anoche nos dijo que aún podía olerlo. Ella está devastada», dijo Ryan a las cámaras con la expectativa de que el ladrón lo escuchara y se apiadara del dolor de su hija. Además, todos se preocupaban por la salud del perrito.
Horas después de publicarse el video, Maia recibió la mejor sorpresa de su vida. La pequeña Sasha estaba de regreso en el jardín de la casa y se encontraba sana y salva. ¡Qué alegría ha debido sentir en ese momento! La chica también estaría muy asustada y feliz de regresar a su hogar.
El resto de las cosas no fueron regresadas a la familia, pero parece que el momento del reencuentro ha sido tan precioso que es lo único que deseaban desde el fondo de su corazón. No sabemos si el ladrón se apiadó, o si se puso nervioso por la atención de los medios… Lo importante es que la familia se ha unido otra vez.
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