Hay amistades por quienes vale la pena luchar y arriesgarlo todo; esos compañeros de vida que dejarían todo por apoyarnos y estar con nosotros, esos amigos que sin importar el tiempo que lleven en nuestras vidas, sea mucho o poco, nos demuestran el verdadero significado de la amistad.
Los amigos reales no solo se presentan en la vida humana, los animales también crean este vínculo, que muchas veces transciende la raza o especie. El perro se conoce como el mejor amigo del hombre, pues es una mascota muy fiel, amorosa y leal, pero entre perros también se crean lazos muy importantes de amistad.
Y de eso se trata esta historia, de una amistad y fidelidad canina. Tommy era apenas un cachorro de 1 año cuando fue adoptado por su familia en un refugio, ellos estaban en busca de una perrita, pero solo les bastó mirar el rostro de Tommy para saber que él era el indiciado.
Y es que quién se podría resistir a la carita tan adorable de este perrito; según las palabras de su propia dueña, Jenna Termolen, les bastó verlo para saber que Tommy era el perro ideal para ellos.
Al principio, para Tommy fue bastante difícil hacer amigos, era bastante solitario y parecía no llevarse bien con otros perros. En 2015, él y su familia decidieron mudarse al norte del estado de Nueva York.
Y con la llegada a su nuevo hogar conoció a un amigo peludo con quien entabló una relación muy rápido, simplemente al conocerlo este perrito sabía que se convertirían en mejores amigos, sus dueños notaron la empatía entre Tommy y este perro que vivía a unas cuantas casas de su domicilio.
Este cachorro peludo tenía por nombre Jackson y, tanto su dueño como los dueños de Tommy, notaron la amistad instantánea que surgió entre ambos cachorros. Sin embargo, sabían que sería un poco difícil su relación porque, a pesar de ser vecinos, vivían a varias calles de distancia.
Pero esto no pudo detener a esta amistad instantánea, pues Jackson encontró la manera de poder visitar a diario a su mejor amigo Tommy; al principio, Jenna, la dueña de Tommy, y su hijo se encargaban de llevar a Jackson a la casa de su amigo canino para que no se perdiera y estuviera a salvo, pero al pasar de los días notaron que el perro podía ir y venir sin ningún problema.
De esta manera fue como visitar a Tommy se volvió algo cotidiano para Jackson; actualmente, el cachorro cada día va a casa de su mejor amigo. El perro ladra dos veces en la puerta para que lo dejen entrar y, en caso de que nadie abra la puerta, él busca la manera de ingresar por el patio o el garaje.
De esto no ser posible, Jackson simplemente espera a que alguien responda a sus llamados y lo deje pasar, para poder visitar a su mejor amigo y pasar horas divertidas a su lado.
Es una historia de amistad muy feliz y divertida que nos demuestra que las distancias no son suficientes para separar a dos buenos compañeros.
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