Los animales suelen guiarse por sus instintos, estos viven por la supervivencia del más fuerte, lo que en muchas ocasiones para nosotros puede resultar bastante triste o desalmado, pero así es como ellos sobreviven.
Cuando se trata de cachorros, en muchas ocasiones una madre debe decidir entre sus cachorros cuál es el más débil, ellas saben cuándo sus cachorros no sobrevivirán; y en algunas ocasiones, si uno es muy débil, las madres animales saben que deben sacrificar a ese débil para que sobrevivan los más fuertes.
Esta situación tiene el nombre de “la supervivencia del más apto”; pero no todos los casos tienen que ser así, en muchas ocasiones cuando se trata de una camada de gatitos o perritos su suerte es un poco diferente.
Si estos cachorros son traídos al mundo con humanos a su alrededor, la situación puede tornarse un poco diferente, pues estos se asegurarán de que el cachorro más débil no muera, o por lo menos harán todo lo posible para que esto no suceda. Le darán al cachorro todo lo que necesita, como comida, abrigo e incluso medicamentos.
La historia de Nicolas, el cachorro de pitbull, sin embargo es un poco triste. Él nació en una camada de 8, de los cuales él era el más débil, su madre se comió a tres de sus hermanos sin razón aparente y también mordió la patita de Nicolas.
Afortunadamente para este cachorro, los humanos intervinieron; vieron lo que había sucedido y tuvieron que hacer algo al respecto, por lo que le quitaron el perrito a su madre y lo llevaron a un lugar en donde podía recibir un poco de ayuda.
Fue llevado a un hogar para animales, en donde fue atendido y sus heridas fueron tratadas. El perrito recibió todo lo necesario para recuperarse y dejar de ser el más débil, así podría convertirse en un perro grande y fuerte.
En este lugar, a Nicolas se le asignaron unos padres adoptivos para que cuidaran de él, pero esto resultó ser la parte más peculiar de toda la historia, pues le fueron seleccionados un par de padres bastante inesperados.
Por más difícil que parezca de creer, Nicolas tuvo como padres adoptivos a dos gatos; ellos se mostraban completamente paternales con él y lo cuidaban como si fuera su propio hijo, le brindaron mucho amor además de incontables abrazos.
Se acurrucaban junto a él todo el día, parecían una familia muy feliz y le brindan a este perrito todo lo que necesita para ser feliz; desafortunadamente, a Nicolas le falta una patita debido a lo que le hizo su madre y las cosas serán un poco más difíciles para él, pero no es nada que lo detenga si tiene la fuerza de su nueva familia.
Aún tiene un largo camino que recorrer, pero junto a su nueva hermosa familia ya tiene toda la motivación y el amor que necesita para seguir adelante.
No olvides compartir la conmovedora historia de Nicolas.