Se dice que conociendo nuestro pasado sabremos cómo somos y podremos predecir el futuro, por eso la paleontología es de gran importancia para comprender nuestro universo por medio de los fósiles. Cada hallazgo de fósiles es capaz de dejar una gran lección sobre la evolución de todo lo que nos rodea.
En el Cerro de Batallones, pequeña localidad de Madrid, se encuentra un yacimiento paleontológico desde hace diez años; desde el 2007 se han recolectado los fósiles de una especie desconocida hasta la actualidad y que finalizó la recolección hace pocos días.
Los fósiles encontrados corresponden a una jirafa gigante de cuatro cuernos, es considerada la especie más primitiva que ha sido encontrado. Decennatherium rex es el nombre que le dio el grupo de investigación a los restos.
El Decennatherium rex sobrevivió hasta la época del Pleistoceno, época geológica que ocurrió hace 11.000 años atrás, esto dice que esta especie logró convivir con los humanos. Estos datos son afirmados por el grupo de investigadores pertenecientes al Museo Nacional de Ciencias Naturales y al Instituto Catalán de Paleontología Miquel Crusafont. Además, en la publicación de la investigación añadieron que los fósiles hallados cuentan con nueve millones de años.
“Los fósiles, que incluyen el esqueleto completo de un ejemplar, componen una de las mejores colecciones mundiales recuperadas de esta familia”, señala la investigadora del Museo Nacional, María Ríos.
Ríos hacía alusión de que actualmente la familia de los jiráfidos es formada por un reducido grupo de cinco especies. Cuatro de ellas son residentes de las sabanas subsaharianas y la otra especie, el okapi, vive en los bosques del Congo, esta especie es bastante curiosa porque a diferencia de los demás integrantes de la familia este no posee el característico cuello largo.
Más datos interesantes relucieron de la nueva especie, Decennatherium rex, ellas pesaban casi una tonelada y medían al menos dos metros con cuello corto, es decir, era menor al tamaño de las jirafas subsaharianas que actualmente logran medir más de los cuatro metros.
Otra característica particular de la Decennatherium rex es que tenía cuatro osiconos, una especie de cuernos recubiertos de su pelaje, de hasta 40 centímetros. El par más pequeño estaban arriba de los ojos, y los otros dos eran más grandes y se encontraban atrás. La investigadora Ríos sospecha que estos cuernos están relacionados con parte del proceso de selección sexual, Ríos siente la relación debido a que en toda las eras evolutivas el animal macho tiene características anatómicas y morfológicas para competir y así la hembra de la especie elige al macho que tiene mayor condición óptima.
Jamás dejaremos de conocer la historia de nuestro universo, solo debemos esperar y asombrarnos con lo increíble que es.
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