Del uno al diez, ¿qué tan sorprendido estarías si fueras a darle un vistazo a tu gato y te encontraras con un tejón durmiendo en su cama? Connie O’Neil, un oficial de rescate animal, probablemente respondería con un diez.
El oficial O’Neil fue llamado por quien sería el dueño del gato, para denunciar que en su casa -en Lilinthgow, Escocia- se encontraba un tejón del tamaño de un balón de playa, durmiendo en la cama de su gato.
“Me sorprendí cuando llegué a la propiedad y vi al tejón tomando una siesta”, dijo Connie O’Neil.
El tejón entró por la puerta del gato, se comió la comida de esté y procedió a descansar su labor en la cama del pobre felino.
Aparentemente, estos animalitos son tímidos y no suelen interactuar con humanos; lo que hace la situación mucho más extraña. Lo que se asume es que el tejón no se había dado cuenta de que estaba dentro de una casa, pues se había dejado llevar por el olor de la comida, y luego se acostó en la cama del gato de la casa, que se encontraba arrinconada en la cocina.
“No se veía muy feliz cuando intenté moverlo, pero logré darle la vuelta a la cama para que se diera cuenta de en donde estaba. Finalmente lo hizo y salió corriendo por la puerta trasera”, finalizó O’Neil.
Aún cuando una situación de éstas parece muy graciosa y tierna, debemos estar precavidos, pues Mike Flynn, el superintendente en jefe de la Sociedad para la Prevención de la Crueldad contra Animales (SPCA, en inglés), explicó cómo un animal salvaje como éste puede sentirse arrinconado y asustado en una situación así; lo que puede volverlo agresivo y violento.
“No deben acercarse ni tocarlo. Si encuentran un tejón salvaje en sus casas, o algún otro lugar inusual, recomendamos llamar a nuestro número de ayuda animal de inmediato», fueron las palabras de superintendente.
Los animales salvajes pueden ser increíblemente astutos, dado su naturaleza e instinto de supervivencia, pero según lo visto en este caso, ¡también pueden ser muy despistados!
Afortunadamente, todo salió bien y ni el animal ni las personas involucradas salieron heridos.
Finalmente, esperamos que el tejoncito haya continuado con su vida pacíficamente y ¡que el pobre gato no necesite terapia después de este incidente!
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