Increíblemente, los animales saben cómo superar las adversidades y disfrutar cada día como el mejor. La felicidad forma parte de su estilo de vida aún cuando tengan alguna limitante.
Dobby es una zarigüeya que fue encontrada tirada en el patio trasero de una casa con una condición especial, sufre de alopecia y su piel está totalmente al descubierto. Sin embargo, para ella esto no representa ningún motivo que le impida llevar una vida alegre y divertida.
Desde hace dos años Dobby es residente del Emerald Coast Wildlife Refuge, un refugio ubicado en el noroeste de Florida, que se encarga de conservar y rehabilitar a los animales.
Esta zarigüeya fue encontrada junto con su hermano en el patio trasero de la casa de un joven con un gran corazón, quien mostró su preocupación por el bienestar de estos animalitos. Ambas zarigüeyas estaban totalmente lampiñas.
Dobby y su hermano fueron diagnosticados con alopecia, una condición rara que afecta el crecimiento del pelo. Esto era grave para ellos porque los hacía más vulnerables a los depredadores.
Es evidente que a simple vista el cuerpo de Dobby se ve distinto al resto de su especie. Siempre está desnuda, por decirlo de alguna manera, y su piel presenta arrugas por la edad.
Shelby Proie, portavoz del refugio, comentó que desde el momento que recibieron a la pequeña Dobby y a su hermano, el personal del refugio decidieron ser los mejores embajadores de animales salvajes que sufren de alopecia.
Lamentablemente, el hermano de Dobby murió al poco tiempo después de haber sido rescatado.
Dobby vive felizmente en el refugio, es calva, pero se mantiene alegre y fuerte. Tiene recintos interiores y exteriores. Es una excelente maestra que ayuda en la educación sobre su condición al resto.
Ciertamente, esta pequeña es un poco diferente a las otras zarigüeyas, pero justamente eso es lo que la hace tan especial.
Cuando Dobby no está trabajando en su campaña para crear conciencia sobre la alopecia en la vida silvestre y abogando en nombre de su especie por sus derechos en general, es como cualquier otra zarigüeya, aunque un poco más desnuda.
Shelby comenta que en el refugio le dan una vida lo más normal posible.
Le encanta comer pescado. Se divierte mucho buscando la mantequilla de maní que el personal le esconde en los juguetes alrededor de su recinto.
No pierde la oportunidad de dormir la siesta en su cama de gatos.
Padecer de alopecia requiere cuidados adicionales por parte del personal del refugio. La piel de Dobby no produce los aceites que normalmente necesita para su hidratación natural.
Es necesario aplicarle una crema especial para evitar la resequedad extrema y que termine con una piel agrietada.
En los días de menor temperatura ella necesita permanecer en el interior para mantenerse cálida y cómoda. Ella no le da demasiada importancia a su condición y recibe los cuidados especiales con mucho amor y cariño.
La historia de Dobby es un maravilloso ejemplo de cómo vivir con una condición especial sin dejar de ser feliz y disfrutar cada día. Comparte la linda experiencia de vida de esta pequeña zarigüeya.