Normalmente nos preocupamos por nuestras mascotas, por animales en peligro de extinción o por los que son comercializados y maltratados. Pero pocas veces les prestamos atención a esos pequeños animales que viven en nuestro entorno, en nuestros jardines y que forman parte de nuestra vida diaria. Anfibios, reptiles, roedores e incluso insectos perecen en las piscinas residenciales; en muchos casos, especies difíciles de ver.
Por ello y por un llamado que recibió Rich Mason, un biólogo de flora y fauna en Maryland, tuvo una idea.
Mason frecuentemente recibía llamadas de sus amigos y conocidos, pidiéndole ayuda para sacar, ranas, ratones y serpientes de sus piscinas, muchos asustados, otros preocupados. “Soy el tipo de persona al que llaman cuando descubren una serpiente en el garaje”, dijo Mason.
“En 2004, un amigo me llamó para decirme que instaló una piscina en casa y a diario sacaba ranas muertas de ella y me sorprendí”, agregó el biólogo.
“Nunca se me había ocurrido que las piscinas pudieran ser tan traicioneras, así que comencé a investigar”, aseguró Mason. En su investigación descubrió que cientos de personas pedían ayuda en línea sobre cómo evitar que estos pequeños animales murieran en sus piscinas. Al parecer todos saltaban, pero pocos sabían salir.
Estos pequeños por lo general hacen su vida durante la noche, por lo que es muy raro que alguien los vea y los rescate.
Además, en su investigación también descubrió que se construyen cerca de 100.000 piscinas cada año en Estados Unidos, lo que hacía muy posible que murieran miles de pequeños animales salvajes en ese periodo.
“Dije: bueno, ya sabemos cuál es el problema, busquemos una solución”, comentó Mason.
El biólogo tomó un poco de relleno y espuma de desecho, algo de tela y con una máquina de coser en el taller de su casa, construyó un “dispositivo” de prueba y se lo llevó a un amigo para ver si funcionaba. Al parecer todo iba bien.
Y así construyó uno más para otro amigo y otro, y otro.
En poco tiempo comenzó a recibir muchos comentarios positivos y se fue difundiendo a muchas más personas. “Todo comenzó como un proyecto altruista, el origen de la idea era ayudar a los animales que forman parte de nuestro entorno”, aseguró.
Pero pronto y sin darse cuenta se hizo un producto formal.
Ahora recibía llamados de pedidos y elogios de las personas que ya lo usaban.
Incluso ardillas lograron salir de piscinas gracias a FrogLog, como finalmente llamaron al “dispositivo”, que ahora se encuentra muy lejos de ser un simple prototipo, y hoy en día miles de personas utilizan en sus piscinas como un accesorio realmente útil.
Un usuario le comentó que tenía una rana toro que a diario lo visitaba y luego salía de la piscina usando FrogLog.
También recibieron fotos de un grupo de patitos usándolo para descansar y dar una siesta sin tener que salir completamente del agua. “Los comentarios que recibimos son la mejor parte de todo este proyecto, incluso nos dijeron que era el mejor invento después del pan en rodajas”, dijo Mason.
Una mujer en Ontaro, dijo que tenía dudas sobre el producto, hasta que vio como una pequeña serpiente zorro que se encuentra en peligro de extinción, lo usaba.
Esas cosas que parecen simples y sin importancia pueden cambiar la vida de muchas personas, o significar la diferencia entre la vida y la muerte de muchos pequeños animales que frecuentemente ignoramos o rechazamos. Afortunadamente, existen personas como Mason con ideas geniales y dispuestas a ejecutarlas, esperamos que este proyecto siga avanzando y sea cada vez más exitoso.
Comparte esta historia y muéstrale a todos tus amigos este maravilloso invento.