Una mujer de de Virginia, EEUU, ha contado como rescató a 400 mascotas que quedaron extraviadas después del ataque del Huracán María en las Islas de Virginia. Su nombre es Sail Gear y originalmente su plan era trasladar a 140 animales desde el caribe (St Croix, St Thomas y St John) en el transcurso de una semana, después de que el Huracán Irma los dejó sin hogar.
Lo que ocurrió fue que sus planes cambiaron drásticamente cuando el Huracán María empezó a seguir la misma ruta geográfica que el Irma, es decir, directo hacia las islas. Eso puso las vidas de los animales en peligro nuevamente. Ni siquiera habían terminado de vivir el trauma anterior cuando ya les tocaría el siguiente. Era demasiado estrés para ellos y Sail no pudo permitirlo. Por eso, en ese momento se sintió obligada a trasladar al doble de lo que antes tenía estipulado, y en la mitad del tiempo. Por supuesto que no podía hacerlo todo sola.
Sail creció en St Croix, y tanto ella como su familia lo perdieron todo a causa del Huracán Hugo en 1989. Ahora vive en una granja en la playa de Virginia, lugar en el que dirige la organización Island Dog Rescue. Allí se encarga de encontrarle hogar a los perros abandonados del Caribe. Hizo muchas visitas hacia varias islas desde que Irma azotó la zona, y quedó devastada por la desolación que allí se vivía, sobre todo por la cantidad de animales que quedaron solos.
Trasladar a los perros de regreso a América fue una tarea muy complicada, más que cualquier otra cosa que haya hecho antes, por esa razón acudió al internet en busca de ayuda. «Lo hice porque sentí que era lo correcto. Las personas han movido cielo y tierra para hacer que esto ocurra». Primero, necesitaba alquilar un avión, ya que el plan inicial era hacerlo en pequeños grupos con vuelos comerciales, pero en vista de la urgencia no daría tiempo.
También necesitaba cajas de plástico, en las que los animales pudiesen viajar cómodos y seguros. La tercera cosa que necesitaba era botes para trasladarlos al St Thomas una vez que se bajaran del avión. Todo eso iba a costarle mucho dinero. Por fortuna, allí estaba el Internet para facilitarlo todo: las cajas fueron donadas por Er – crate-load, las donaciones se canalizaron a través de la plataforma Generosity, y además muchos voluntarios se ofrecieron a ayudar gratuitamente.
«A veces me impresiona la facilidad con la que las cosas pueden difundirse en Internet. Lo que no me sorprende es el buen corazón de muchas personas que se cruzan en nuestro camino». Fue así cómo Gail logró, con algo de su dinero propio, sumado al que obtuvo con las donaciones en línea, contratar el avión que trasladó a los animales. Los chicos aterrizaron el jueves pasado en los Estados Unidos.
La organización y los voluntarios se han encargado de seguir cuidando a los animales hasta que se les consigan hogares temporales, los adopten o los busquen familiares de sus dueños originales. Es realmente conmovedor que alguien lleve a cabo una labor tan complicada como rescatar y sobre todo trasladar a 400 animales de un país a otro. Demuestra realmente el gran corazón de Gail y de todas las personas que apoyaron su causa.
Comparte esta buena noticia con todos tus conocidos, vale la pena celebrar esta noble acción.