En el proceso de adopción es muy común conocer a personas que quieren adoptar a bebés recién nacidos, pues así se facilitaría la crianza ya que se les puede enseñar las costumbres familiares sin que ellos tengan otras costumbres ya aprendidas.
Esto no pasa solamente en la adopción de bebés humanos, cuando se trata de llevar a alguna mascota a casa también se opta por buscar al más pequeño. Y es que adoptar al más pequeño no es solo una decisión relacionada con enseñarle modales al animalito desde cachorro, sino que también se puede tener una adorable criatura pequeña en el hogar.
Esta situación perjudica a los más grandes que, por algún motivo, no han sido adoptados por ninguna otra familia, ya que conforme más pasa el tiempo la gente tiende a decir “no” a los que están muy mayores por evitar malas costumbres que tengan (y esto pasa tanto en las adopciones de animales como en adopciones niños humanos).
Afortunadamente para estos pequeños la situación no siempre tiene que ser así, pues existen personas que se abren a darles una oportunidad a animalitos un poco creciditos y llevarlos con ellos a casa para cambiar sus vidas.
Hoy conoceremos la historia de una valiente mujer, quien decidió adoptar a un gato mayor. Ella llegó al refugio de mascotas dispuesta en llevar consigo a un adorable gatito, pero ella no quería cualquiera; cuando la mujer llegó al hogar para animales, pidió a los trabajadores que le trajeran el gato “menos adoptable” que tuvieran.
Las personas en el refugio no podían entender qué pasaba, pues generalmente las personas quieren un gatito pequeño y adorable, pero ella se negó a conocer y llevar consigo a uno de estos, ella quería a aquel renegado que nadie quisiera. “Ella vino específicamente a adoptar un gato menos adoptable”, dijo uno de los trabajadores.
Los trabajadores del refugio trajeron a la mujer a una pobre y vieja gatita de 15 años; la gata, además de tener una edad muy avanzada, estaba ciega y sorda lo que hacía que su adopción se complicara un poco más.
Precious, la gatita, tenía 15 años cuando llegó a Morris Animal Refuge, un grupo de rescate en Filadelfia, Pensilvania, ella es ciega, sorda, tiene hipertiroidismo y un soplo cardíaco.
A pesar de su condición de salud, esta dulce niña mayor nunca deja de ronronear. Y las caricias humanas son para ella algo que ama muchísimo y le calientan su corazón.
A pesar de ser ciega y sorda, Precious es muy afectuosa y siempre está ansiosa por amor y atención, pero debido a su condición se sentía un poco sola; además de que no podía cuidarse a sí misma muy bien por su avanzada edad, esto hizo que los voluntarios del refugio le dedicaran un poco más de tiempo.
Pero, a pesar de ser muy bien cuidada en el refugio, esta minina al ser una gatita con necesidades especiales, estaba esperando con urgencia ser adoptada por un hogar en donde solo le prestaran atención y cuidados exclusivos, necesitaba de alguien que pudiera cuidarla y amarla con paciencia.
Por lo que la llegada de aquella misteriosa mujer que pedía ver al gato “menos adoptable” del lugar, les dejó en claro a todos que ese era el momento de Precious y que, a pesar de lo inesperado del momento, la minina tenía una oportunidad.
Los trabajadores del refugio no pudieron pensar en otro gato más que en Precious. Cuando trajeron a la dulce gatita mayor a su encuentro, ella se acurrucó en sus brazos como si dijera: “Te he estado esperando”.
Y el amor dado por esta gatita fue muy bien recibido por la mujer quien no se pudo resistir ante la amorosa gatita y decidió llevarla con ella a casa; esto fue una excelente noticia, pues la minina que había sufrido tanto, ahora ya tiene un hogar.
Después de haberse despedido de todos en su antiguo hogar, Precious se fue con su amada nueva madre, quien se encargará de que sea feliz en sus próximos años y sabemos que seguro así será.
El amor está en todas partes, incluso en forma de una hermosa gatita mayor. Comparte esta linda historia.