Lo que para muchos es correcto, en muchas ocasiones no está bien visto ante los ojos de la ley, y es que las leyes varían según el lugar en el que cada persona se encuentre. Hay muchísimos casos en los que vemos cómo muchos hacen lo correcto y son juzgados culpables delante de las autoridades.
Una de las cosas que no se ha podido detener, a pesar de haber muchas leyes que la prohíban, es la caza de animales; existen miles de organizaciones que se encargan de proteger la vida y los derechos animales; pero, a pesar de todo esto, sigue habiendo una incontable cantidad de cazadores.
Hay personas que utilizan trampas para matar animales y así “defenderse” de ellos, o incluso para cazarlos y consumir todo lo que puedan de ellos (carne, piel, dientes, etc.); esto debería ser detenido, alguien tiene que hacer algo.
Kathleen Adair se encontró en una situación en donde se dejó llevar por sus principios durante la Navidad; ella daba un paseo en Juneau, Alaska, a lo largo de Davies Creek Trail, cerca del borde del camino, cuando encontró algo muy inesperado.
Adair, mientras paseaba y observaba el panorama, vio algo a lo que no podía hacer la vista gorda, se trataba de un águila acostada en el suelo, esta situación le pareció muy extraña. ¿Por qué estaría un águila en el suelo?
Cuando se acercó un poco para descubrir lo que hacía el animal, no podía creer lo que veían sus ojos, el águila había sido atrapada en una trampa para osos. Ella no podía dejar a ese pobre animal en ese lugar, definitivamente debía hacer algo. Así que rápidamente trató de ayudarle y le esperaba un camino muy difícil, pues no sería sencillo sacar a ese animal de la trampa ya que las águilas tienen un pico y unas garras muy afiladas.
A pesar de todas las dificultades, Adair pudo liberar al ave de la trampa de oso, pero la historia no termina aquí, pues por lo que tuvo que pasar esta mujer después de rescatar a este noble animal te dejará sin palabras.
Tras rescatar al Águila, Adair tuvo serias consecuencias con la ley, pues, aunque no puedas creerlo, es completamente ilegal meterse con las trampas para osos si la trampa se colocó legalmente, podría meterse en grandes problemas si interfiere con alguna de ellas.
Debido a esto Adair se metió en problemas legales con el estado; además de esto, tristemente 3 días después de haberla liberado, el estado decidió sacrificar al águila y a Adair se le acusó de eco-terrorismo.
Por fortuna, el juez felicitó a Adair por su esfuerzo y valentía, además ella declaró que no estaba tratando de impedir que el cazador tuviera su trofeo, que ella solo trataba de rescatar a esta ave inocente, lo que le concedió la libertad y se le exoneró de los cargos.
Es increíble cómo alguien puede ser llevado a juicio por una buena acción que hizo; afortunadamente, el juez entendió lo que esta mujer pretendía y no tuvo que pagar ninguna condena ni fianza. Aunque la historia no fue tan amable para la pobre águila.
¿Piensas que este tipo de leyes que respaldan la caza son justas? Déjanos saber tu opinión, ¡y no olvides compartir!