El maltrato animal es un delito en la gran mayoría de países, una acción que es aborrecida por muchas personas. Donde el deseo de los simpatizantes de los animales, es que nuestros pequeños amigos puedan tener una vida digna, llena de amor y cariño.
Algunas personas, ven la crianza de cachorros como un negocio y eso no es algo necesariamente malo, siempre que sigan ciertos parámetros establecidos y, aunque estén criando estos perros para algo lucrativo, no significan que no traten a sus mascotas de la forma que estas se merecen.
Lamentablemente, así no piensan todos los dueños de criaderos de perros que obligan a sus mascotas a vivir de forma deplorable.
Eso fue exactamente lo que sucedió en Wolfboro, con Christina Fay, una mujer apodada “Cruella de Vil” por el lamentable estado en que tenía a 84 perros de raza Gran Danés.
La policía de Wolfboro, llegó a la propiedad de esta mujer de 59 años de edad, al recibir quejas de los ladridos de algunos perros, siendo una no grata sorpresa, encontrarse con un lugar digno de una película de terror.
Nunca he visto las condiciones tan malas en más de 21 años de aplicación de la ley. Las palabras no pueden describir las abominables condiciones en las que vivían estos animales», dijo el comisario Dean Rondeau.
Fay había comprado una mansión por $1.525 millones en 2015, con múltiples cuartos, donde tenía a los perros, algunos en jaulas, otros sueltos alrededor de las 8 habitaciones y los 13 baños de la casa. Pero, los pobres animales estaban por todos los 3 pisos de la casa, acostados sobre sus propias heces y orine.
Aunque en su página web la mujer mostraba a los perros viviendo felices en campos abiertos, la realidad era muy diferente. Desde estar encerrados en jaulas a estar en ambientes llenos de heces donde el olor era insoportable.
The Humane Society, acompañó a la policía de esa localidad, en el arduo trabajo de ayudar a los pequeños animales; anunciaron que “los animales tenían acceso limitado a la comida y al agua… El olor de amoniaco, heces y pollo crudo abrumaba a los rescatistas”.
Los perros se encuentran en emergencias en un refugio de animales, debido a que las condiciones causaron en ellos muchas infecciones, papiloma y “ojo de cereza”, donde los conductos lagrimales se inflaman de tal manera, que bloquean su vista.
Fey vendía a los cachorros a un rango de entre $2.500 a $5.000 dólares, teniendo en cuenta que estos perros tienen embarazos de entre 5 y 15 perros, definitivamente es una enorme cantidad de dinero la que manejaba esta mujer.
A esta Cruella moderna, le esperan alrededor de 200 cargos por negligencia animal que tendrán como resultado años detrás de las rejas o una ruina financiera. La cantidad de cargos dependerá de las evaluaciones que hagan los veterinarios a todos estos perros.
Digamos que de esos 84 perros que han sido incautados, 70 de ellos vienen con problemas de salud asociados a la negligencia y al maltrato, vamos a ingresar dos cargos por perro, uno por el ambiente negligente y uno por el acto negligente en sí”, explica Rondeau.
Fay ya había sido detenida por dos cargos menores el 16 de junio antes de que se descubriera lo que estaba sucediendo en su mansión. Además, no sólo deberá enfrentarse a cargos por su negligencia con los perros, sino también por violaciones ambientales e incluso un cargo de amenaza infantil, pues un miembro de su personal era un menor de edad.
El joven menor de edad al que Fay tenía trabajando se acercó al SPCA (Sociedad de Prevención de Crueldad Animal) con evidencia.
Estaba haciendo lo que todos los milenials hacen cuando ven algo: clic, clic, clic, tomar fotos con tu teléfono y decir ‘esto no está bien’ ”, comenta Rondeau.
Durante todo el rescate y hasta el momento no se ha encontrado ningún animal muerto, pero el Jefe Rondeau sospecha que debe haberlos, debido a sus investigaciones. Dice que puede que estén incinerados o enterrados, o ambas cosas.
La única persona además de Fay que vivía en la casa era el hijo adulto de ella, quien dice no estar involucrado y quien no tiene ningún tipo de cargos contra la ley. Dice que no conocía el negocio, pero es difícil imaginarse a alguien entrando y saliendo de esa mansión cuando el olor es insoportable incluso usando máscaras.
Mucha gente confiaba en esta criadora de perros pensando que lo hacía de la manera correcta; tiene todo el dinero para tener buenos veterinarios y buenos ambientes para los perros, pero simplemente no lo hacía.
Un hombre de Louisiana contactó a la policía tras enterarse de lo que hacía Fay en realidad, él había enviado a su perrita gran danés para reproducirla con los perros de esta mujer y está alarmado al leer que en su contrato se pide que uno de los cachorros de su perrita debe ser entregado a Fay como parte del trato.
Y esto no es todo, los oficiales encontraron un “burro”, una base de madera donde generalmente atan a los caballos o burros; ellos sospechan que allí ataban a las perritas para que fueran “violadas” por al menos cinco perros, uno tras otro.
Aún hay mucho que se debe investigar para resolver este caso. El Jefe Rondeau está indignado y junto con el resto de los oficiales pondrán todos sus esfuerzos para llegar al fondo de esto para que Fay pague por todo el daño que le ha causado a estos animales.
No es sólo un caso de algunos perros siendo tratados con negligencia, es sobre la conducta desconsiderada, el trato aberrante hacia estos animales solo por las ganancias y la actitud evasiva con respecto a las prácticas, normas y reglamentos comerciales que son importantes para la ciudad y el estado de New Hampshire”, dice Rondeau.
Sin duda alguna, esto es algo que no quisiéramos que pasara, pero la gente sigue actuando de manera desconsiderada con los animales. Siempre que sospeches que alguien, algún vecino o conocido, maltrata animales, no dudes en informarlo a las autoridades pertinentes, puedes salvar a muchas mascotas del trato inhumano.
Recuerda compartir esta noticia con tus amigos y generar conciencia en la gente sobre el trato que realmente deben tener nuestras mascotas.