Esta perrita no sabía qué hacer con su libertad luego de ser salvada, es algo que nunca tuvo. Ella pasó toda su vida encerrada en una jaula en el fondo del sótano de una casa, sin conocer el mundo exterior y lo que significaba ser tratada con amor, pero desde el día de su rescate fue dejando atrás su pasado traumático para comenzar una nueva y emocionante historia.
Nunca es demasiado tarde para hacer brillar la luz y cambiar para siempre la vida de un animal que ha recibido un inmerecido sufrimiento.
Es la historia de B.B., una de los más de 130 animales que lograron rescatar de una casa que funcionaba como fábrica de cachorros, en el Condado de Cabarrus, Carolina del Norte en Estados Unidos. Afortunadamente el recinto fue intervenido en septiembre del año pasado por el departamento del sheriff de la localidad para aplicar la ley, y la organización Humane Society of the United States (HSUS), quienes se encargaron de desmontarlo y cerrar este horrible negocio de crueldad que nunca debió existir.
Ellos son seres que sienten, que nos entregan desinteresadamente su afecto y lealtad, es incomprensible que haya gente que prefiere ignorar esto y les ocasionen un daño tan deplorable creyendo que es una forma de ganarse la vida. No conocen la compasión.
El equipo de rescate quedó impresionado al encontrar tanta calamidad. B.B. estaba arrinconada en una pequeña jaula en el sótano de la residencia, la jaula estaba sucia, cubierta de desechos y no tenía buena ventilación.
“Ella era diminuta, y parecía una criatura indefensa. Puse mi mano en la jaula, y ella se acercó a oler un poco. Estaba muy asustada por tener atención humana, pero la deseaba”, dijo Jessica Lauginger, gerente de crímenes contra animales en HSUS.
Sin poder determinar exactamente la edad de esta perrita caniche, el personal de rescate se dio cuenta que sus mamas hinchadas indicaban que había alimentado a muchas camadas de cachorros que probablemente los propietarios vendieron para ganar grandes cantidades de dinero, ella estaba siendo explotada para criar una vez tras otra. Lo más seguro es que B.B. había vivido toda su vida en esa estrecha jaula.
Es triste saber que poco importó el sentimiento de estos seres indefensos y solo los mantenían vivos para someterlos y usarlos, irrespetando sus derechos. Sin embargo, no todo estaba perdido para B.B. y el resto de los animales que estaban en ese infierno, porque existe la bondad en manos de personas que luchan incansablemente contra el maltrato animal, donan su tiempo y esfuerzo para brindarles una segunda oportunidad y recuperen su libertad de vivir, sentir, recibir y dar afecto.
Una vez que Jessica se ganó la confianza de B.B., abrió la jaula y la sacó de allí.
“Recuerdo lo pequeña y frágil que era cuando la sostuve entre mis brazos. La acerqué a mi cuerpo, y se inclinó hacia mí”.
Muchos de los animales, incluyendo B.B., fueron llevados al centro veterinario local Cabarrus Animal Hospital, donde Brenda Tortoreo trabajaba como recepcionista.
Brenda dijo:
“B.B. estaba en una esquina, daba pena, estaba aterrorizada. Era lamentable, ella no comía, no bebía, me sentí muy mal por ella y me dije: La voy a llevar a casa”
Después que B.B. recibió la atención médica y estaba lo suficientemente bien, Brenda hizo exactamente lo que había pensado, la adoptó y se la llevó a casa para vivir con sus otros dos perros.
¡Qué maravilloso!, esta noble mujer estaba dispuesta a darle un hogar amoroso y una familia para siempre.
El único problema es que B.B. se había acostumbrado a pasar su vida en una jaula y todo era confuso, no sabía cómo actuar dentro de la casa.
“Puse a B.B. en el suelo, y ella no hacía más que dar vueltas caminando en círculos. Creo que eso es todo lo que sabía hacer”.
La puse en la sala de estar, y para entrar en el pasillo se quedó paralizada, fue incapaz de cruzar y pasar entre las habitaciones. Tengo dos nietas que viven conmigo, así que la lleve a uno de los cuartos de mis nietas, le tenía terror a las alfombras, solo quería estar fuera del tapete, contó Brenda.
“Nunca supo lo que era el sol. No sabía lo que era el césped y le daba mucho miedo”.
Pero poco a poco se fue acostumbrando. B.B. encontró cosas que podían hacerla sentir cómoda en la casa.
Brenda tiene tres cestas grandes llenas de animales de peluche, se le rompió el corazón cuando vio que B.B. agarraba ciertos animales de peluche y los llevaba a la cama para acomodarlos alineados como si estuviera amamantándolos, los lamía una y otra vez. Es tan desgarrador.
Con el amor de Brenda y la ayuda de sus peluches, B.B. se fue adaptando a su nueva vida descubriendo la manera de ser un perro normal.
Ahora ella corre por la casa, está comiendo como loca, al principio pesaba cerca de tres libras y media (1,6 kilos) y ahora tiene aproximadamente 10 libras (4,5 kilos). Causa emoción decir que también le encanta jugar con los otros perros en el patio trasero y ama el césped, contó Brenda.
Si hay algo que le gusta son los peluches
B.B. ha respondido a tanto amor, es muy conmovedor lo que hizo en agradecimiento a su madre humana:
“Hace unas tres semanas me empezó a lamer, nunca había hecho eso antes. Ciertamente ha salido de su caparazón, es mi pequeña princesa”, dijo Brenda.
B.B., junto a los demás animales que estaban en ese criadero, tuvieron la suerte de ser rescatados; gracias a sus héroes tienen una nueva vida con un final feliz. Desafortunadamente el problema no ha desaparecido, solamente en Estados Unidos se mantienen funcionando con y sin licencia alrededor de 10.000 fábricas de cachorros, unos 165.000 perros se mantienen en estas instalaciones destinadas a la reproducción, de acuerdo con la HSUS.
Es importante mantenerse alertas y denunciar a las autoridades para impedir que prospere este tipo de negocio. Los únicos perjudicados son los animales que siguen siendo víctimas inocentes a costa del comercio de mascotas. Si deseas obtener más información acerca del apoyo a esta organización puedes hacer click aquí
B.B. ahora recibe mucho amor, todo el que nunca tuvo; qué bien se debe sentir recibir y dar ese afecto que tanto necesitamos y qué valioso tesoro es cuando encuentras a tu mejor amigo peludo entre los más necesitados. Son aquellos que han tenido un triste pasado y merecen una segunda oportunidad para conocer la felicidad de vivir.
Compártelo por todos los héroes que hacen este sueño posible dándoles una luz de esperanza a la vida de tantos animales, como B.B.