Sabemos que alrededor del mundo hay muchos refugios para animales, que con la mejor intención los rescatan de la calle y les dan techo hasta que sean adoptados por una familia. Ocurre que hay demasiadas criaturas sin hogar, y por lo tanto esos lugares a veces están sobrepoblados. Nunca es tarde para hacer énfasis en esto: ¿por qué comprar una mascota, cuando hay tantos perros y gatos abandonados que podrías adoptar?
El edificio médico en el Baldwin Park Animal Shelter es el ejemplo perfecto, ese lugar puede ser escalofriante. No muchos tienen la oportunidad de ver esa parte del refugio de California en el que los animales están dentro de sus residencias esperando recibir un tratamiento veterinario.
John Hwang es un fotógrafo que visita refugios alrededor de Los Ángeles y captura imágenes de los residentes
«Es un edificio separado del que casi nadie sabe», dijo John. «Está en la parte de atrás y no hay entrada principal. Casi nadie va para allá».
Anteriormente tuvo un emotivo momento con un perrito que estaba muy enfermo, esperaba que las fotos que le tomó fuesen de ayuda para su futura adopción. Pero hubo otro miembro del lugar que también llamó su atención, literalmente.
Esta es la historia de una gata llamada Meow Meow
«Sentí levemente que algo pasaba… Una pequeña patita como rozando mi cabello. Me impresionó mucho. Miré hacia arriba y vi una pata de gato que intentaba alcanzarme. Continuaba intentando tocarme. Una gata estaba estirando su pata para llamar mi atención«. Obviamente no podía creer lo que estaba ocurriendo.
De repente, John sintió que algo rozaba su cabeza…
Esa gata no se daría por vencida fácilmente. Continuaba intentando alcanzarlo con su pata para saludarlo, y por supuesto que él, ante eso, decidió tomarle una foto. No quedaba duda de que la chica estaba lista para que le hagan un fabuloso close-up.
«Es muy amigable. Solo se acostó y me observó«.
Quizá la gata sabía, muy dentro de su ser, que la competencia entre tantos animales por encontrar un hogar es sumamente dura. Sobre todo en un sitio así. Por eso hizo lo que estaba a su alcance para destacar y llamar la atención. ¡Aprovechó el momento al máximo!
O quizá solo sintió la necesidad de establecer una conexión con alguien… Después de todo, no olvidemos que fue abandonada, y en algún momento supo lo que significa recibir cariño.
«Seguramente tuvo a alguien en su vida. No era una gata callejera, creo. Probablemente estuvo rodeada de humanos la mayor parte de su vida. Estar encerrada en esa residencia debe hacerla un ser muy infeliz y triste«, dijo John.
Durante ese tierno momento, él estuvo allí para ella, brindándole el calor del contacto humano.
John tiene una esposa alérgica a los gatos, y lamentablemente no puede ocuparse de Meow Meow, así que a pesar de ese mágico momento tuvo que decirle adiós. Ella está esperando a que otra persona llegue y se la lleve de allí.
¿Te gustaría adoptarla, o colaborar para que esto ocurra? Entérate más de Meow Meow, aquí.
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