Tiger es un perro mestizo que se convirtió en una gran preocupación para toda la ciudad de Mendoza, Argentina, cuando mordió un petardo que destrozó su boca y hocico.
Tiger estaba acompañando una manifestación que se realizaba por las calles de la ciudad cuando uno de los protestantes lanzó un petardo y el animal salió corriendo en su busca y le explotó en la boca.
El perro tenía graves heridas en el hocico y los médicos veterinarios consideraron que podía sufrir un daño irreversible a nivel neurológico, y su vida estuvo en peligro durante los días siguientes al accidente.
Muchas personas movilizaron sus fuerzas para recaudar fondos para su recuperación, entre ellos Ecológicos Unidos, que en su cuenta de twitter, pedían donaciones para Tiger.
Tenía lesiones profundas en los tejidos blandos (mejillas, labios y lengua) y fractura de mandíbula pero debieron esperar una semana para poder operarlo. La cirugía duró 5 horas y fue exitosa, pero aún peligraba su vida.
Analía Brail fue la mujer que lo asistió a los pocos minutos del accidente y fue quien se ocupó de su tratamiento.
Este era Tiger antes del accidente
Así quedó el pobre Tiger tras morder el petardo ?
Después del accidente, la ciudad entera se conmovió con la historia de Tiger. El repudio hacia los trabajadores que realizaron la protesta fue general e incluso el Ministro de Ambiente de Mednoza presentó un escrito repudiando el accionar de los manifestantes.
En las redes, bajo el hashtag #FuerzaTiger, los ciudadanos expresaron su repudio ante el hecho y pedían por la salud del perro.
Gracias infinitas @MingoranceH por preocuparse por Tigre, nuestro país necesita más funcionarios como él ???? #NoALaPirotecnia #FuerzaTiger https://t.co/xE41wPl8LX
— Andy Cabrera (@AndyACabrera) 17 de marzo de 2017
Mientras tanto, poco a poco, el perro se recuperó gracias al cariño y los tratamientos médicos.
Hasta que finalmente pudo ir a su nuevo hogar
Analía Brail, la mujer que lo adoptó, trabajó incansablemente con Adrián Varón, el médico que operó al perro y a Rodrigo Valverde, que actualmente hace el seguimiento del animal, ambos de la veterinaria Arrayanes de esa ciudad.
Tiger se convirtió en una celebridad y su historia se contó en todos los medios de Argentina y, en todas las ciudades, se repudió el uso de petardos, no sólo por el daño que le causó al animal, sino por el que también hubiera podido causar a una persona.
Tiger, Analía y los veterinarios que lo atendieron en un programa de televisión local
Ahora Tiger vive con Analía y otros perros que también rescató y que ahora son sus hermanos, con los que se lleva perfectamente y tiene una nueva oportunidad en la vida.
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