Todos hemos tenido momentos felices en la vida y sabemos que cuando eso sucede mucha energía invade nuestro cuerpo, queremos saltar, reír, gritar e incluso bailar, y no somos los únicos, nuestras mascotas también lo hacen. ¿Quién no ha visto los divertidos bailes de los perros al ver que sus dueños llegan a casa? Ellos nos contagian de alegría y confieso que yo bailo junto a los míos. Pero, ¿qué podemos decir de los animales de granja? ¿puedes imaginar a una vaquita bailar de emoción? Pues si tienes alguna duda de que eso pueda ser posible te traemos a una muy feliz y danzante vaquita.
Ella se llama Diane y es una vaquita rescatada del abuso de la industria y llevada a las instalaciones de Animals of Farm Sanctuary para que pudiera llevar una mejor vida.
Ella estaba destinada a la eutanasia al nacer, pues no cumplía con los estándares básicos para producción que requería su dueño inicial, pero alguien que presenciaba la escena decidió llevarla a casa. No salió como lo esperaba, ella empezó a crecer y tuvo que entregarla a un vecino que se dedicaba a la producción de leche, y lamentablemente tuvo que entrar a la industria.
Diane después de un tiempo dejó de ser útil para el productor quien manifestó querer deshacerse de ella.
Al saber eso su rescatador inicial tomó la decisión de ponerse en contacto con el santuario donde la aceptaron y comenzaron a darle una vida feliz, tan feliz que le encanta demostrarlo bailando para sacarle una sonrisa a todos los que puedan verla.
Littlethings / AnimalsofFarmSanctuary
Cada vez que ve a sus cuidadores llegar ella no pueda contener la emoción y se pone a bailar.
Brincando y meneando su cuerpo de un lado a otro, hacia atrás y hacia adelante, aunque no sea el baile más elegante que veamos es muy divertido, tan divertido que la podemos imitar, creo que sería divertido poner de moda el baile de Diane.
Y por supuesto, el personal del santuario lo disfruta mucho y se ríen con las ocurrencias de la carismática vaquita.
Puedes disfrutar del baile feliz de Diane aquí:
Aunque la vida de Diane no empezó de la mejor manera, ella no ha perdido el deseo de ser feliz. Además, logró llegar finalmente a buenas manos, definitivamente es el alma de la fiesta y nos pone a todos a reír y bailar con su energía.
Comparte esta divertida historia y sigamos todos a Diane en su baile feliz.