Este gato ha dejado maravillado a todo el mundo con sus habilidades laborales, nadie puede creer lo buen terapeuta que es. Desde que era chico, Raúl era distinto a los demás. Nunca le tuvo miedo al caos y siempre le gustó estar cerca de gente nueva. Un día su mamá se dio cuenta de que podía usar sus capacidades para algo muy bueno.
«Un profesor amigo mío me sugirió que lo lleve a salones de educación especial», dijo Sarah Morr, la mamá de Raúl. «Primero me pareció raro, pero cuando averigüé entendí que los animales terapeutas son algo real y pueden ayudar mucho a personas que de verdad lo necesitan«. Así fue cómo decidió llevarlo a certificarse como animal terapeuta, y empezó a llevarlo a escuelas de niños especiales. Desde las primeras veces ya se notaba que era su vocación.
«Raúl se toma muy en serio su trabajo y es muy calmado, es el gato más paciente que he conocido en la vida; calma a los niños con su sola presencia y siempre parece estar interesado en lo que ellos están haciendo, o pensando«, dijo Sarah.
Cuando visita las escuelas, lleva a cabo varias actividades. Se sienta con los niños mientras leen en voz alta para trabajar en su auto confianza y mejorar sus habilidades en la lectura, y también trabaja con el consejero de escuela para ayudarlos a sentirse cómodos al expresar sus sentimientos.
«Logra quitarles algo de esa tristeza o estrés, porque escucha con calma lo que tienen que decir. Les da amor incondicional y comprensión, pienso que algunos niños de los que se han burlado por ser diferentes, realmente se identifican con él ya que nunca se ha comportado como un gato normal«, continuó contando Sarah.
También trabaja en un salón de educación especial, en el que deja que lo paseen por los pasillos en un carrito. Cuando un niño ve a otro paseando a Raúl, se abre para ellos una oportunidad de conversar sobre esa actividad y explicar quién es el gato, qué hace, etc. Estas interacciones y cuestionamientos son importantes para su desarrollo social.
Raúl es un gato que tiene tanta calma y paciencia, que la gente termina por tratarlo como a un humano. Estar con él es como estar con un viejo amigo, todo el que interactúa con él se siente instantáneamente más calmado y feliz. «Los niños lo adoran y tengo una carpeta llena de dibujos o notas que ellos han hecho especialmente para él. Todos lo tratamos como a un buen amigo, porque lo es»
Cuando está en casa se comporta como cualquier otro gato juguetón. Le encanta ver por la ventana y jugar con su hermano Carl, también juega con su mamá y familiares. Pero sin importar lo que esté haciendo, necesita estar cerca de la gente que quiere todo el tiempo, así sea para tomar una siesta»
Este gato está marcando una huella en cada niño que ayuda. Lo que ha logrado por ellos es realmente conmovedor, y es además una muestra de lo maravillosos e inteligentes que son los animales. Muchos tienen una sensibilidad poderosa, y hay que ser observador, como Sarah, porque cuando son así pueden hacer el bien para gente que lo necesita, como esos niños.
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