Frecuentemente escuchamos noticias poco alentadoras sobre los cazadores, pero esta vez nos demuestran que no debemos generalizar. Dos cazadores de conejos, en la zona rural de Virginia, se encontraban en el bosque, cuando escucharon un débil y agudo llanto comenzaron a seguir el sonido para ver de qué se trataba.
Poco tiempo después descubrieron una madriguera con dos pequeños ositos recién nacidos.
La madre parecía no estar cerca, ellos estaban sorprendidos y sin dudarlo tomaron acciones en el asunto. Se pusieron en contacto con el Virginia Department of Game & Inland Fisheries (VDGIF), para informarles sobre la situación y que estos les dijeran qué podían hacer, pues pensaban que estos indefensos cachorros necesitaban ayuda.
El personal de VDGIF les dijo que se debía hacer un seguimiento.
Por el momento lo correcto era esperar para ver si la madre regresaba, de lo contrario tenían que proceder a rescatarlos. Los hombres siguieron las indicaciones y les dieron las coordenadas correctas del lugar de la madriguera para que el personal adecuado hiciera el seguimiento pertinente.
Al día siguiente, un biólogo acudió al lugar con la esperanza de que la madre hubiese vuelto por ellos.
Pero no fue así, al llegar los encontró solos y uno había salido de la madriguera, había mucho frío y luchaba por sobrevivir.
Inmediatamente comenzaron a calentarlos e hidratarlos, pero lamentablemente uno de ellos estaba tan débil que falleció, el otro cachorro fue llevado al Wildlife Center Virginia (WCV). Amanda Nicholson del WCV dijo:“el equipo puso toda su energía en el caso y los rehabilitadores de vida salvaje, Linda y Brie fueron los encargados».
Se turnaron para alimentarlo y estimularlo, el pequeño lo hizo muy bien en su primera noche.
Tenía menos de dos semanas de haber nacido por lo que requería mucha atención y ser alimentado cada seis horas.
Mientras parte del equipo hacía eso, otros se dedicaron a buscar una madre sustituta, inició un estudio entre 10 osas salvajes que podían calificar como madres adoptivas, además de ayudar al cachorro este estudio serviría para casos posteriores.
Poco tiempo después encontraron a una hembra que calificaba como posible sustituta.
Dos biólogos tuvieron que aproximarse a su territorio y mientras uno buscaba un sitio adecuado para dejar al pequeño, otro miraba la ubicación de la osa. Finalmente lograron encontrar un lugar y dejaron al pequeño sin perder de vista lo que ocurriría, la osa no tardó en descubrirlo y luego de examinarlo, lo tomó en su boca y lo llevó junto a sus dos cachorros naturales.
El plan de rehabilitación y reintegración a la vida salvaje tuvo éxito.
Afortunadamente, este pequeño logró conseguir una nueva familia, después de todo lo que tuvo que pasar en sus primeros días, su suerte cambió. La buena acción de los cazadores y el trabajo profesional y dedicado de sus cuidadores temporales, salvó la vida de este pequeño. Si quieres ayudar a los grupos de rescate, puedes hacerlo con un clic aquí.
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