En Calgary, Canadá, Nicole Abel estaba por salir cuando notó algo debajo de su automóvil, se asomó para ver mejor y vio una bola de pelos moverse, no estaba segura si se trataba de un gato o un conejo, así que se metió debajo del auto para agarrarlo pero huyó hacia el estacionamiento del vecino.
Tres días después lo volvió a ver, era un conejo.
“Entré a casa y busqué algunas manzanas para asegurarme que fuera un conejo domesticado y efectivamente, cuando me acerqué nuevamente no huyó y sintió interés por lo que tenía para él”, dijo Nicole.
No le parecía salvaje, lo que era muy extraño, debió pertenecer a alguien y se había extraviado o lo habían abandonado.
“En ese momento me di cuenta que tenía una herida, un trozo de pelo colgaba pero la herida no estaba fresca, así que tenía que hacer algo más por él”, agregó.
Se puso en contacto con Amanda y Rosemarie Greening, de Against All Odds Rabbit Rescue (AAORR), una organización encargada de rescatar y reubicar conejos y ellas acudieron al lugar.
Cercaron el área para guiarlo hacia una jaula doméstica y comenzaron a llamarlo Romeo.
Él no lo dudó, entró al soporte y parecía estar en confianza, “era evidente que sabía de qué se trataba y anteriormente había estado en una parecida, se sentó en sus patas traseras y olía todo a su alrededor, definitivamente entendía de qué era todo eso”, aseguró Nicole.
Lo llevaron a un veterinario local.
Los médicos trataron sus heridas y afeitaron su pelo enmarañado, luego de esto lo llevaron nuevamente a casa donde pudo comer mucho y descansar tranquilamente. Las Greening estaban seguras de que se trataba de un conejo domesticado e intentaron encontrar a su dueño pero no lo lograron, aseguran que esto no las extrañó, pues frecuentemente son abandonados.
Muchas personas compran conejos como mascotas sin saber que requieren muchos cuidados.
Un conejo adulto que no está estimulado adecuadamente, puede intentar drenar su energía destruyendo algunas cosas.
El abandono de conejos en Calgary ha incrementado, y es un fenómeno que se puede observar con mayor frecuencia después de las Pascuas, donde muchas personas compran pequeños conejos por la euforia de la temporada, pero luego de un tiempo no saben qué hacer con ellos ni cómo cuidarlos y los abandonan.
Afortunadamente, Romeo fue encontrado por una persona de gran corazón que se puso en contacto con las personas correctas.
Aunque al principio era un poco tímido y temeroso, poco a poco está agarrando confianza y sus heridas están sanando muy bien, por lo que pronto estará listo para ser adoptado y reubicado en un hogar definitivo. Esperamos que las personas busquen información y se preparen antes de adquirir una mascota para no seguir viendo casos como este, que fácilmente se pueden evitar. Si quieres ayudar con la organización puedes hacerlo desde aquí.
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