Las crías de los animales mamíferos dependen totalmente de los cuidados de su madre para poder sobrevivir los primeros días de vida. Cuando se les priva de esos cuidados o alimentación mueren de una forma cruel antes de llegar al mes de nacidos.
Cuando estos tres cabritos fueron encontrados en una granja de Nueva Jersey, su condición era muy mala, sólo tenían 2 días de haber nacido pero se notaba que no habían sido alimentados. Vyolet Savage fue la persona que las encontró, se puso en contacto de inmediato con Susie Coston, directora nacional de la vivienda en Farm Sanctuary.
Susie solo pudo decir a Vyolet que las «agarrara». Sabía que los cabritos tenían pocas posibilidades de sobrevivir pero debían hacer algo por ellos. Cuando Vyolet habló con las personas de la granja para llevarse a las cabras bebés, se enteró que la madre también se encontraba en malas condiciones.
La situación tan complicada de la madre sería la causa principal de que las cabras bebés no estuvieran bien de salud. Ella necesitaba atención médica de forma inmediata tanto como las tres cabritas.
Los 4 fueron atendidos de emergencia en la Universidad de la Escuela de Medicina Veterinaria de Pennsylvania New Bolton Center. Los veterinarios descubrieron que Tilda, la madre de los cabritos tenía un desagradable virus en sus pezones ocasionando que estos se llenaran de leche, luego se bloquearon y se inflamaron a un punto impresionante.
Esta inflamación además de la retención de la leche le ocasionaba mucho dolor ante cualquier movimiento. Pero eso no detuvo a la madre para proteger a su cabritos cuando pensó que los rescatistas se acercaban para quitárselos.
Tilda estaba muy preocupada por Thomas, Duncan y Tove, en un arranque de adrenalina por protegerlos se puso de pie sin importarle el dolor que sentía en la ubres.
Por otro lado, a los cabritos se les diagnosticó una enfermedad conocida como: «Fracaso de la transferencia pasiva» (FPT), la cual es originada por no contar con el suficiente suministro de calostro durante la lactancia. El calostro es muy importante para que los cabritos desarrollen anticuerpos pues ayudan a combatir las infecciones más comunes en las cabras.
Conforme los veterinarios hacían avances en los análisis descubrieron que los 4 estaban más graves de lo que nadie esperaba. Tilda tuvo que ser separada de los cabritos por la gravedad de su condición y a ellos se les alimentó con biberón.
«Afortunadamente, los cabritos se tenían unos a otros, no entraron en pánico, aún enfermos, dormían en su rincón y trataron de recuperarse», dijo Coston.
Tilda se había olvidado de su propio dolor, hasta que se quedó sola.
«Una vez que supo que los cabritos estaban seguros ella dejó de contener todo su dolor», dijo Coston.
Los cabritos mostraron fuerza y rápidamente comenzaron a recuperarse. Cuando estuvieron listos, les surgieron pequeñas capas de colores y los trajeron a su nuevo hogar para siempre, al norte del estado ubicación del Santuario de la granja de Nueva York.
Tilda requirió de mayores atenciones médicas. Hace poco fue operada en el Hospital Animal Farm Nemo de la Universidad de Cornell para eliminar por completo sus ubres y así librar su cuerpo de la infección.
«Ella está estable y se recupera,» dijo Meredith Turner-Smith, portavoz de Farm Sanctuary. «¡Vendrá a casa mañana!»
Farm Sanctuary / UPENN
Ahora la familia está reunida, pero lo más importante es que lograron sobrevivir, mostrando toda su valentía. Tilda nunca dejó de preocuparse por los cabritos y los tres hermanos se cuidaron entre ellos mientras su madre se recuperaba.
Esto no habría sido posible si muchas personas no se hubieran ocupado de ellos, un simple mensaje de una persona que supo observar la enfermedad en los cabritos les salvó la vida. Del mismo modo está en nuestras manos el poder salvar a muchos animales.
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