Los caballos durante siglos han sido un apoyo para el hombre, han sido utilizados como transporte, como herramienta, como elemento de guerra e incluso como deporte, pero la historia va más allá de eso; muchos de ellos son asesinados cuando termina su vida útil, además tienen que ser sometidos al sufrimiento.
En países como Estado Unidos, donde hay una amplia cantidad de actividades donde utilizan caballos está prohibida su matanza.
Japón es el mayor importador debido a su alto consumo de carne de caballo, así que cada semana desde los aeropuertos de Edmonton y Calgary en Alberta, y Winnipeg en Manitoba se embalan decenas de caballos en condiciones aberrantes.
En Canadá es posible la exportación a países en los que sí está permitido.
Según el Frente de Canadian Horse Defense Coalition (CHDC), dirigido por Debby Murtagh, en 2015 al menos 5.782 caballos fueron enviados de Canadá a Japón, y en 2016 fueron 5.839.
Ellos son llevados en caja cuyo tamaño no respeta la comodidad del animal, incluso hay ocasiones en las que dos animales deben compartir una caja.
Muchas veces Canadian Food Inspection Agency (CFIA) es partícipe de eso, permiten que los animales viajen sin descanso, comida o agua, se saltan muchas regulaciones para beneficiar al vendedor. El resultado: muchos de ellos mueren en el proceso, el estrés y las condiciones hacen que no logren resistir el viaje.
Ewa Demianowicz, jefe de campaña de la Humane Society International explica que, “si siguieran las normas no sería tan lucrativo”.
Sin embargo, a la industria le conviene que algunos lleguen vivos, para la elaboración de un plato llamado basashi, que es similar al sushi, pero con carne de caballo, que no puede tener más de tres días sacrificado. El resto se vende para consumo masivo e incluso para la realización de productos de belleza.
Se calcula que en total 6,5 millones de libras de carne de caballo fueron importadas en 2016 solo de Canadá.
Este caballo conocido como Emperador, es uno de los pocos que ha logrado ser rescatado de un destino tan cruel.
Por su parte, la CFIA no ha emitido ninguna declaración al respecto, aún así entre todos podemos colaborar y enviarles la petición para que paren esta terrible industria desde aquí. También puedes ayudar a la CHDC haciendo una donación que les permita seguir la lucha por la defensa de los animales.
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