Daniel Fitzpatrick, es un oficial del Deparatamento de Policía de Belfast en el pueblo de Maine, cada día debe atender una serie de llamadas que van desde conductores ebrios, hasta victimas de asalto, su trabajo consiste en ayudar a las personas que se encuentran en apuros y sancionar a los que se niegan a seguir las reglas, pero una llamada cambio la perspectiva de su rutina.
Daniel atendió el llamado de una mujer que pidió ayuda al departamento que también funciona con control animal para informar que dos cabras se encontraban en su garaje.
“Al llegar encontré a la mujer en estado de éxtasis, me llevó directamente al garaje y encontré a dos cabritas saltando de un lado a otro y comiendo comida para gatos” dijo Daniel.
Louis y Mowgli eran sus nombres y en todo momento cooperaron con la ley, así que de un salto y sin hacer resistencia entraron en la patrulla policial.
El siguiente paso era devolverlas a donde pertenecían, pero Daniel no tenía idea a donde llevarlas, pasó las siguientes dos horas con las cabritas en la parte trasera de su auto, con los vidrios abajo.
Louis iba de una ventana a otra balando y saludando, mientras que Mowgli disfrutaba del paseo tranquilamente y dormía.
“Abrí la ventana que divide al conductor de la zona de custodia y Louis inmediatamente hizo un contacto con mi oreja, entendí que me pedía algo y paré para darles trocitos de zanahorias, era muy divertido”, dijo Daniel.
Finalmente encontraron a su propietario, resultó que vivían justo en frente de donde fueron encontradas y su dueño aún no lo había notado. Manifestó que no sabía cómo habían escapado y agradeció que las hubiesen mantenido a salvo.
The Dodo
Daniel está contento con los resultados y aseguró que volverá a encontrarse con sus nuevos amiguitos que hicieron su día especial, además se comportaron mucho mejor y fueron más limpios que muchas de las personas que ha tenido que detener a lo largo de su oficio.
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