La vida de un perro de 18 años llamado Jaripo cambió totalmente cuando su historia inundó las redes sociales. Se adueñó de internet y recibió la atención que tanto necesitaba…
Su anterior dueño le dijo a la gente del Lancaster County Animal Shelter que Jaripo tenía una enfermedad terminal y que por esa razón (por su propio bien), lo mejor sería ponerlo a dormir.
En el refugio decidieron esperar -afortunadamente-, apostando a
que una petición en las redes sociales moviera a alguien y le dieran deseos de rescatar al desamparado animal. Como ocurre casi siempre, muchas personas compartieron la historia, pero pocos se interesaron realmente por ir más allá.
Christina Morgan, fundadora de Paw Works (Ventura County, California), no pudo evitar ver la famosa publicación de Facebook. «Me etiquetaron en muchas cosas y vi a este pequeño rompiendo barreras en internet», contó.
«Mucha gente me etiquetó. Todos los rescatistas lo estaban viendo y compartiendo. Pero nadie estaba tomando acción, lo cual era necesario», continuó Christina. Se imaginó que con todo el ruido que había en las redes sociales, Jaripo no tenía muchas expectativas de durar más tiempo en este mundo. «Así que dije, ¡al demonio!, voy para allá aunque esté lloviendo y mi esposo piense que estoy loca».
Morgan viajó casi dos horas para llegar hasta Jaripo. Trató de llamar al refugio para avisar que iba en camino, pero no podían garantizarle que el chico estuviese allí para cuando llegara.
«Si es necesario ponerlo a dormir, lo haremos», dijeron al teléfono. Así que Morgan fue aún más rápido. «Llegué a tiempo y me dijeron que estaban muy emocionados de verme allí». Seguramente nadie estaba tan contento como el pobre perrito.
Morgan se llevó a Jaripo ese mismo día. Después un veterinario confirmó que tenía dolores en su espina dorsal y sus caderas, además de algunos dientes que necesitaban tratamiento. Pero los exámenes de sangre de Jaripo fueron muy bien. La única condición «terminal» del perro era haber sido abandonado en un refugio con problemas de sobre-población.
Con la ayuda de Morgan, salió de allí. Encontró una familia adoptiva con la que vivirá el resto de sus días con mucha tranquilidad.
«Terminé yéndome con un gato que sufrió un disparo y otros cuatro perros que necesitaban ayuda urgente«, contó.
¿Quieres apoyar la labor de Paw Works para que más perros como Jaripo tengan una segunda oportunidad? Aquí puedes hacer una donación, ¡no te arrepentirás!
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