Ryan Jessen era un joven de 33 años que sufrió un derrame cerebral y no pudo regresar a su casa nunca más. Su perrita Molly quería estar junto a él y el hospital hizo algo maravilloso, permitió a Molly entrar en las instalaciones y darle el último adiós a su amigo para que así supiera el motivo por el cual nunca volvió.
El momento en el que Molly vio a su querido amigo Ryan
Su hermana Michelle manifestó en las redes sociales que fue un momento muy emotivo.
Permitir esta despedida fue un gran gesto por parte del hospital.
“Mi hermano la amaba con toda su alma” dijo Michelle.
A pesar de los esfuerzos médicos Ryan murió, pero Molly pudo saber qué le pasó.
“Hubiese sido insoportable para ella no saber qué pasó con su querido humano” asegura la hermana de Ryan.
A partir de este momento Molly estará bien, pues la familia se hizo cargo de ella con mucho amor.
«Agradezco mucho el gesto que han tenido con Molly y nuestra familia”, dijo Michelle.
Nuestras mascotas nos esperan a diario con mucha ilusión. Sabemos que Molly debió estar muy confundida hasta que lograron llevarla junto a Ryan para que pudiera entender algo de la situación y así despedirse y aunque siempre lo extrañará, su familia le dará mucho amor.
Comparte esta emotiva historia y el maravilloso gesto de este centro médico ¡Molly y su familia estarán eternamente agradecidos!