Lamentablemente para algunos los perros de raza pitbull son catalogados como “agresivos”, son fuertes pero para ser los mejores protectores y guardianes porque si son criados en el marco del amor y respeto jamás serán violentos.
Esta adorable cachorrita se llama Julia, y aprendió de una manera muy dura la discriminación que hay contra su raza.
A la pequeña Julia ni siquiera le darían una oportunidad para demostrar que es una perrita muy amorosa y dispuesta a ofrecer su amistad, sus antiguos dueños la abandonaron sin piedad en medio de un desierto alegando que ella iba a ser una perra “muy agresiva”.
¡Qué horror! ¿Cómo pudieron ser crueles? Ningún perro nace siendo violento ni agresivo, todos saben cómo ofrecer lo mejor de su corazón, son leales y agradecidos. Los únicos que no son capaces de reconocerlo son los seres humanos.
Afortunadamente la encontraron, y no dudaron en ayudarla.
Su piel estaba destrozada a causa de la sarna, su sangre estaba contaminada por las picaduras de moscas, su pronóstico no era bueno, estaba muy débil.
Pero ella tenía muchas ganas de vivir, y sus héroes muchas ganas de ayudarla, hicieron lo posible para salvarla.
En medio del dolor, nos consuela saber que hay personas que no son indiferentes ante el dolor de los animales maltratados y abandonados.
Julia estaba deshidratada, con infecciones, en estado de shock y apenas podía moverse pero después de recibir mucho amor y las atenciones necesarias finalmente estaba fuera de peligro. Su vida es un milagro, esta perrita se merecía tener un final así de feliz, ahora vive saludable, feliz y rodeada de mucho amor junto a su familia.
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