¡Es una mujer grandiosa! Y sí, no hay duda de que fue como un ángel para los babuinos y probablemente desde el cielo sigue velando por ellos. Dedicó su vida entera a una labor extraordinaria que hoy queremos conmemorar contigo.
Rita Miljo nació en 1931 en Klaipedia, Lituania, y fue pionera en la defensa de los derechos de los animales. Fundó y gestionó el Centro de Rehabilitación y Educación de Animales (CARE), cerca de Phalaborwa en Sudáfrica. A los 81 años de edad lamentablemente murió a causa de un incendio que acabó con su hogar.
Junto a ella murió el primer babuino que rescató en el año 1980 y también otros dos babuinos que le acompañaban. A lo largo de su vida siempre siguió el ideal de Jane Goodall y los conservacionistas más reconocidos por su labor. Su afición por rescatar babuinos huérfanos eran asociadas a su calidad humana y solidaridad.
Todo comenzó el día que encontró a un bebé babuino aferrado a un contendedor de basura llorando ante el cadáver descompuesto de su madre, su sensibilidad creció más y más. Muchos babuinos eran secuestrados y obtenían recompensas monetarias por su cuero o cola, también para realizar estudios a través de sus heces o para experimentos médicos. Mientras tanto ella luchaba por recuperarlos y atender a todos aquellos pequeños que habían quedado huérfanos en el temor de sobrevivir separados de su madre.
En una ocasión, el fundador de la Liga Internacional de Protección de Primates, describió a los babuinos como “bichos” molestosos en Sudáfrica, que a pesar de tener inteligencia y ser sociables, molestaban.
Su labor no inició impulsada por algún trabajo de investigación científico, sino desde la solidaridad, la misma que motiva a muchas personas a rescatar perros o gatos de las calles.
Rita Miljo soñaba con ser veterinaria, pero la política de Alemania Occidental otorgaba admisiones preferenciales a la universidad, así que trabajó en un zoológico de Hamburgo y junto a su esposo Lothar Simon, convirtió a Sudáfrica en su hogar en el año 1953 para adquirir diez años más tarde un espacio de tierra en el que construiría un gran refugio.
Finalmente pudo crear para ellos el refugio en un espacio de 20,23 hectáreas (50 acres) que tenía en una zona cercana al Parque Nacional Kruger en Sudáfrica. Y en ese mismo lugar construyó su hogar.
Cuando ya estaban listos para vivir y defenderse en su hábitat natural, los liberaba todos juntos en un proceso que llamaba “camino hacia la libertad”. En los últimos 20 años se han liberado aproximadamente 250 babuinos, incluso el gran Nelson Mandela, expresidente de Sudáfrica, presenció una de las liberaciones.
Su centro de rehabilitación fue creciendo, con el patrocinio del IFAW (Fondo Internacional para el Bienestar Animal) y otra de respaldo financiero. Dio lugar a un flujo constante de trabajadores voluntarios, científicos y estudiantes, y el centro de rehabilitación se hizo famoso en todo el mundo.
Actualmente más de 400 babuinos residen en el refugio. La mayoría llegaron huérfanos o heridos y conviven todos juntos en perfecta armonía.
Rita recibió el apodo de “La madre Teresa de los babuinos” porque existía una gran similitud entre cómo se ocupaba la madre Teresa de Calcuta de los seres humanos y la solidaridad desmedida de Rita por los babuinos que necesitaban atención, refugio y cariño.
¡La vida de esta mujer transmite mucho más que inspiración! Merece un homenaje y hay que continuar con su mensaje de solidaridad ¡No dejes de compartirlo!