¡Qué deplorable! Es un crimen terrible causar tal sufrimiento a un animal indefenso y espero que se haga justicia. A pesar de lo sucedido, prevaleció la solidaridad de un ser humano.
Esta perrita tuvo un ángel guardián que le permitió tener una segunda oportunidad de vida. Su nombre es Pedro Dinis y es un vecino de la zona.
Él paseaba su perro por Carrières-sur-Seine, en las afueras de París, cuando se encontró con la terrible escena. Llamó su atención ver un bulto un poco extraño hasta que descubrió que se trataba de un animal al que apenas se le veía la cabeza. No podía creerlo, parecía tener mucho dolor, descompensación y estaba completamente inmóvil.
No dudó en desenterrarlo y mientras trataba de sacar sus patas, el perro de Pedro le ayudaba y mostraba apoyo con sus gestos.
Como si no fuera suficiente, además de estar enterrada también estaba amarrada y el extremo de la cuerda estaba presionado bajo la tierra. En medio de esa tortura, el pobre perro no tenía forma alguna de escapar.
Así que si no hubiera sido por Pedro y sus ojos atentos a la solidaridad, su historia hubiera tenido un trágico desenlace.
Pedro llamó a los servicios de emergencia, acudieron enseguida al lugar y después lo trasladaron a una clínica veterinaria en la que se recupera de las graves condiciones de salud que presentó, el nivel crónico de deshidratación, las múltiples heridas en la piel y su conmoción.
Pedro estaba indignado por el hecho abominable que presenció y decidió publicar en su perfil de Facebook fotografías de las escenas rechazando este crimen y haciendo énfasis en las leyes que pueden acusar al responsable.
Gracias al impacto que tuvo su publicación, miles de personas han conocido su historia.
Este no es el final, porque al poco tiempo y gracias a un tatuaje que tenía el perro pudieron localizar en su ubicación exacta al propietario y fue arrestado en su hogar. El dueño, de 21 años, negó haber enterrado a su perro, alegando que había sido robado. Pero el perro tiene 10 años y padece artrosis severa por lo que es muy poco probable que él haya escapado y las autoridades determinaron que su explicación no tenía credibilidad.
Por tanto, tuvo que enfrentarse a un juicio, en el que fue declarado culpable por «crueldad animal» y obligado a pagar una multa de 30.000 euros. Está por definirse su condena, que podría ser de dos años de prisión.
Dinis y los lugareños sentían que él merecía un castigo mucho más fuerte por tal crueldad. Desde hace días circula en las redes sociales la petición de cientos de personas que solicitan que reciba la pena máxima. Puedes firmar aquí.
Athena, por otra parte, ahora vive felizmente con un grupo de rescate de perros llamado SOS Dogue de Bordeaux, junto con un grupo de caninos adoptivos y dos dueños amorosos con el nombre de Jean-Pierre y Raymonde Delfosse.
En una fotografía reciente muestran su favorable evolución. Espero que nunca falte una mano amiga como la de Pedro pero sobre todo que exista para todas las personas respeto por los seres vivos. No es justo que los animales, que son tan leales y tan agradecidos, sean maltratados de una forma tan cruel.
¡No dejes de difundir esta historia para que se haga justicia!