Cientos de personas están yendo en este momento hacia el Caribe en búsqueda de su radiante sol, las brisas marinas, las aguas turquesas e, incluso, por la oportunidad de nadar con delfines. Pero a pesar de la popularidad de esta práctica, los resorts que permiten nadar con los animales están pasando por un momento dudoso, y aquellas personas que han sido (y son) parte de estos lugares están empezando a contar cosas que antes eran desconocidas.
Los programas para nadar con los delfines están en todo el mundo, pero son muy populares en los países caribeños en la última década. Un antiguo entrenador, que quiso permanecer en el anonimato, ha denunciado que los programas son inherentemente problemáticos y los cetáceos sin duda no pueden permanecer en cautiverio.
“Los delfines son criaturas hermosas y maravillosas en su hábitat natural, pero enciérralo en una jaula y verás cómo cambia” asegura el entrenador que aún trabaja en un hotel del Caribe.
Los delfines permanecen en estanques pequeños y muy poco profundos y hay casos en que más de 40 animales son encerrados en tres jaulas pequeñas. Para colmo, son limpiados con demasiado cloro, lo que perjudica su salud y de los entrenadores.
Aquellos que tienen estaques a mar abierto, hay cientos de desechos que los animales comen y, como muchos de los establecimientos no tienen veterinarios, nadie hace nada al respecto.
Los delfines son la principal atracción de muchos de los resorts del Caribe.
Además muchos de los delfines sufren de psicosis, un comportamiento no deseado en los mamíferos marinos forzados a nadar en tanques pequeños todo el día. Sufren presiones extremas para presentarse en los espectáculos, lo que es también peligroso para los humanos. “Interactúan unas 10 veces al día… los mismos movimientos, el mismo discurso, los mismos signos una y otra vez. Pueden sentirse frustrados… y agresivos con los invitados o tiran los tachos de comida de nuestras manos” cuenta el entrenador.
Los delfines viven en pésimas condiciones y están bajo presión constante. No es extraño que ataquen bajo estrés.
Pero sin duda uno de los aspectos más perturbadores que contó es que algunas madres han querido afixiar a sus bebés al no dejarlos subir a la superficie para respirar. El entrenador, que no es un científico, contó que con sus colegas dedujeron que las madres lo hacían porque no querían que sus bebés “vivieran en cautiverio”.
Si bien no hay ningún estudio que pueda dar esta aseveración como verdadera, un informe de World Animal Protection/Humane Society of the United States, llamado “El caso contra los mamíferos marinos en cautiverio” asegura que regularmente deben proveerles antibióticos y medicamentos para úlceras, además necesitan vitaminas porque tienen deficiencias en nutrientes debido al pescado congelado que consumen y que sufren de muerte prematura por diferentes causas.
Además el informe muestra que los mamíferos marinos en cautiverio son más pequeños que los que viven en libertad.
¿Qué tiene de malo nadar con los delfines?
Nadar con los delfines es un término general para nombrar a una variedad de “interacciones” con los animales, porque además de nadar con ellos, la gente puede sacarse fotografías con ellos, ser levantado del agua por dos delfines, lo que se llama “Dorsal Tow”, o el “Foot Push” cuando dos delfines te empujarán enérgicos, con sus hocicos, desde la planta de tus pies, entre otras actividades.
Según el Animal Welfare Institute (AWI), hoy hay más de 30 delfinarios en el Caribe entre Bahamas, Jamaica, Gran Caimán, República Dominicana y Cancún, pero hay muchos más en construcción en Islas Turcas y Caicos y en Santa Lucía.
Whale and Dolphin Conservation (WDC), una organización que lleva 16 años trabajando en contra del cautiverio de los mamíferos marinos realizó un informe con los incidentes que se han producido en el Caribe desde el 2010. En una de las instalaciones de Antigua los delfines son “inusualmente oscuros” debido a que están en tanques poco profundos, y muchos fueron hallados con quemaduras solares, insolados tras entrenamientos exhaustivos y otros como consecuencia de la contaminación del agua.
“Aunque algunos países del Caribe han desarrollado una legislación para hacer frente a los programas que mantienen cautivos a los delfines, las regulaciones pocas veces se aplican y los establecimientos operan en la ilegalidad, debido a la falta de capacidad y supervisión” aseguran desde WDC.
Ceta Base es un sitio que muestra estadísticas de capturas, traslados y muertes de los delfines en cautiverio en todo el mundo. Estiman que hay en el Caribe 240 delfines (capturados y nacidos en cautiverio), mientras que la mayoría de los delfines libres están en Cuba, Honduras y en el Golfo de México.
Cuarenta de estos delfines cautivos están en Dolphin Cay, una de las más populares ubicadas en Atlantis, un resort en la isla Paraíso de Bahamas que abrió sus puertas en 2007 que tiene una laguna de 7 millones de galones con agua natural del océano de Bahamas.
Una familia en Dolphin Cay, en le resort Altantis.
Los primeros delfines fueron traídos desde Marine Life Oceanarium de Gulfport, Mississippi, Estados Unidos, luego del huracán Katrina en el 2005. Desde su apertura 16 delfines nacieron en sus estanques y sólo uno murió.
Según Atlantis sus delfines son cuidados por un staff de 90 especialistas y veterinarios que aseguran su salud y confort todo el tiempo y que ayudan a la conservación de la especie. Además sus tanques tienen las medidas necesarias para brindarles el espacio que precisan, con 3 metros de profundidad
Sin embargo, el director de reEarth, Sam Duncombe, no está de acuerdo con el resort y denuncia que las celdas de los delfines son “horribles”, que la profundidad debería ser de 18 metros, al menos, y que los delfines traídos desde Estados Unidos no fueron rescatados, fueron comprados.
¿Pero cómo se volvieron tan populares? Para muchos todo comenzó con los cruceros, que promocionaban sus paquetes con la experiencia de nadar con los delfines, lo que acrecentó la afluencia y la popularidad de las actividades con los mamíferos marinos.
Incluso algunos de los delfinarios no tienen ni siquiera un estacionamiento, ya que los turistas desembarcan en las instalaciones, nadan los delfines y vuelven a subir a los cruceros.
Según las estadísticas de la Florida-Caribbean Cruise Association estas visitas no van a disminuir, ya que el Caribe es el destino más popular, siendo el destino elegido por el 37% de los turistas en el 2014, un 3% más que el año anterior.
La pesadilla de los delfines
Para capturar a los delfines los “pescadores” utilizan redes, persiguen a un grupo y tras rodearlos, eligen a uno o varios, los que son subidos a los botes y llevados a los delfinarios, donde comienzan su entrenamiento. Las hembras son las preferidas porque son las que mejor y más rápido aprenden los trucos.
En diciembre del 2014 las dos asociaciones, AWI y WDC, escribieron una carta en la que mostraban su disconformidad con un nuevo delfinario en el hotel Bird Rock Beach, llamado St. Kitts. La carta explica cómo atrapan a los delfines y dice en uno de sus párrafos:
“Los delfines pueden enredarse en las redes de captura y ahogarse, o sufrir ataques de estrés relacionados con el trauma de su captura. Asimismo, los capturados de la naturaleza pueden impactar negativamente en la población de delfines ya mermadas al retirar a las hembras u otros también importantes miembros del grupo”.
La carta se basa en datos científicos de 1995 que muestran que la tasa de mortalidad de los delfines nariz de botella ha crecido alarmantemente durante su cautiverio y transporte.
Incluso “los métodos usados para transportar a los cetáceos son crueles, y muchos animales han muerto como resultado de las heridas y el estrés causado para abastecer a los establecimientos en todo el mundo”.
Así comienza el transporte de un delfín hacia otro establecimiento.
También Ceta Base ha mostrado un informe alarmante de cómo transportan a los animales. Un delfín llamado Tamra, por ejemplo, ha sido transportada 14 veces y hoy está en Atlantis.
Más preocupante es el círculo que se genera con la crianza en cautiverio. Mientras que la mayoría captura a sus ejemplares del mar, otros mantienen el número de animales haciendo que tengan sus crías en los estanques.
Dolphin Cove, otro de los establecimientos de Jamaica, lanzó un programa de cría en cautiverio y desde entonces han nacido 5 delfines. Aseguran que les es muy difícil capturar delfines de la naturaleza debido a las acciones de los grupos de activistas.
Para reEarth es muy peligroso que nazcan delfines en cautiverio porque van perdiendo sus instintos “Lo que están haciendo estos establecimientos es crear una sub-estructura de animales que no tienen chances de vivir en la naturaleza”.
Sin embargo, Duncombe espera que el público empiece a poner atención en los pedidos que hacen las asociaciones y grupos que defienden los derechos de los animales. Aunque lamentablemente, la atracción para los turistas es demasiado grande, pero no saben que, al nadar con los delfines, los están matando.
Para los niños es una experiencia difícil de olvidar, pero ¿vale el sufrimiento del animal?
¿Tu qué piensas sobre el tema? ¡Comparte esta nota y analízalo!