Las mascotas más comunes en los hogares son los perros y los gatos, llenan nuestro hogar con sus ocurrencias, su cariño y su tierna mirada que nos expresa un sincero amor. Cada uno según su naturaleza son mascotas especiales y extraordinarias.
¡Tenerlos es una experiencia espectacular!
Puede suceder que en estos hogares que tienen como mascota a un gato desean traer a un amigo canino como un nuevo integrante de la familia, o puede pasar al contrario, que un perrito sea la mascota residente y la nueva mascota sea un hermoso gato.
Nos preguntamos entonces ¿Es posible lograr una buena convivencia entre un perro y un gato, sea uno residente del hogar y el otro el nuevo miembro de la familia? De ser así, ¿Cómo podemos hacer de este proceso de adaptación una experiencia maravillosa?
Se nos presenta la duda de sí realmente es posible lograr una convivencia donde reine la paz, la tranquilidad y el entendimiento entre nuestras mascotas. La respuesta es muy esperanzadora: ¡Sí se puede!
Es válido preguntarnos sí los perros y gatos pueden llevarse bien viviendo bajo un mismo techo, en igualdad de condiciones.
La respuesta coincide con la anterior: ¡Sí se puede! El doctor Liz Bales, un veterinario de Filadelfia confirma que existe toda posibilidad de una relación amistosa entre los gatos y los perros, a pesar de tener personalidades diferentes ellos logran complementarse y pueden convertirse en los mejores amigos.
Para lograr que esta relación sea exitosa y hasta de hermandad, lo que se requiere es tiempo y constancia en el cumplimiento de algunas reglas, que son simples pero muy importantes.
1.- La adaptación de la mascota:
Lo primero que debemos lograr es la adaptación de la mascota a su nuevo espacio, sin que se sienta estresado por la existencia de otro animal en el ambiente que ya se encuentra habituado.
La mascota residente no debe sentirse desplazada y la nueva no debe sentirse excluida.
Sea el gato o el perro el nuevo integrante del hogar la recomendación principal es mantenerlos separados de la mascota residente mientras se va cumpliendo el proceso de adaptación.
El ambiente debe estar acondicionado con varios juguetes que lo mantengan entretenido y estimulado por varios días.
Se recomienda como una excelente opción para el nuevo gato colocarlo en una habitación cerrada o un baño grande con rascadores, juguetes, comida, agua y la caja de arena.
Dentro se las pautas a seguir, es recomendable colocar las camas personales de cada animal en el espacio del otro.
Primero durante periodos cortos de tiempo e ir alargando estos periodos hasta cuando ya no represente una acción estresante para la mascota que esta llegando. Esto ayuda a familiarizar a cada mascota en función de los olores que están percibiendo en las camas.
2.- El tiempo de las presentaciones de nuestras mascotas
En el caso de que la nueva mascota sea un gato, este momento sera cuando ya muestre tranquilidad, este comiendo bien y este usando la caja de arena de manera correcta.
¿Cuándo es el momento adecuado para presentar a las mascotas?
El tiempo de la primera reunión debe ser rápida. Se recomienda que la duración de esta primera reunión se de 10 minutos. Debemos mantener al perrito con una correa o un collar de cabeza para tener mayor control en caso de presentarse alguna irregularidad y permitir que el gato pueda dar vueltas.
No debemos forzar el acercamiento físico, el gato debe tener la libertad de estar lo más cerca posible del perro como él lo desee. Debemos recompensar al perro con golosinas y elogios, siempre y cuando su comportamiento haya sido el correcto.
Una vez que el perro se sienta cómodo debemos permitir que se mueva libremente pero sin soltar la correa, para poder recuperar el control en caso de que sea necesario.
¡Debemos ser pacientes! Este proceso de adaptación puede llevar hasta dos semanas e incluso meses, pero es lo que nos garantiza una convivencia entendimiento entre nuestras mascotas.
A medida que las reuniones se realicen en calma poco a poco podemos ir aumentando el tiempo de las mismas, de tal manera que pasen cada vez mayor tiempo juntos hasta que ya estén habituados el uno con el otro.
Es importante que seamos nosotros quienes tengamos el control de la situación y que estemos atentos a las señales que nos manifiesten nuestras mascotas.
3.- La personalidad de las mascotas
La Doctora Lisa Radosta, veterinario conductista West Palm Beach, comenta que observando la personalidad de nuestros gato o perro podemos determinar con anticipación si pueden llevarse bien con otra mascota.
Sí tenemos un gato que ya ha convido con perros previamente y ha desarrollado confianza con otros animales distinto a el, existe una alta probabilidad de que el proceso transición sea fácil.
En cuanto a la personalidad del perro, podemos definir si es juguetón, no es agresivo lo mas probable es que se adapte a una convivencia con su nuevo amigo canino.
Sí es un perro gruñón y difícil de controlar debemos evaluar seriamente esta convivencia, ya que no podemos garantizar la seguridad del gato. Sí este es al caso, la recomendación inmediata es acudir a un veterinario en busca de orientación y ayuda.
Si es el gato es quien se muestra más seguro y el perro es de trato fácil, se recomienda que el gato sea quien maneje el encuentro, sin olvidar que el control de la situación debe ser nuestra, en este caso podemos poner al gato en un nivel más alto al que se encuentra el perro y siempre mantener al perro con la correa.
Si se presenta el caso de que no podemos supervisar estos encuentros es preferible mantenerlos separados, hasta que estemos completamente seguros de que no existe ningún riesgo, la forma más segura de hacerlo es mantener al perro en una jaula en el tiempo de acercamiento, según comenta la Doctora Lisa.
Incluso el perro que solo quiere jugar puede hacerle daño al gato causándole lesiones sin querer y estas pueden ser graves o fatales.
De igual forma de debe proporcionar un lugar seguro donde le gato pueda estar o escapar del perro en caso de ser necesario, esto podría ser un árbol, el gato sube y el perro no puede hacerlo, una vez que los gatos corren los perros tienden a perseguirlos.
4.- Mejorar el conocimiento de nuestro perro
Antes del primer encuentro debemos asegurarnos de pasar el tiempo necesario practicando algunos comandos básicos con nuestro perro, tales como siéntate, mantener, salir, usando la recompensa por su buen comportamiento.
La doctora Lisa recomienda mantener al perro ejercitado, con caminatas diarias, ocupado con juguetes destinados para él, incluso podemos reservar actividades divertidas con estos juguetes para los momentos en que el gato está suelto en la casa. Sí la única cosa que el perro siente que puede hacer es perseguir al gato, esta será actividad favorita.
Nunca se sabe qué mascota va a ser el líder, pero tomando las medidas para introducir correctamente un gato y a un perro o viceversa, con práctica y paciencia definitivamente estamos garantizando el éxito de que las relación se manifieste en una maravillosa y excelente convivencia.
Comparte estas sugerencias y recomendaciones con tus amigos y sí eres una de las afortunadas personas que ha vivido esta experiencias no dudes en dejar tus comentarios, pueden ser de ayuda para aquellos que tendrán una nueva mascota en casa.