Hay mascotas que pasan su vida sin pisar el veterinario, sin enfermarse ni tener una complicación de ningún tipo. Nacen sanas y mueren a causa de la vejez. Este no es el caso de Rocky, una boston terrier de 13 años oriunda de California, Estados Unidos.
Desde que nació, fue una perrita orgullosa, que ignoraba a la gente, a no ser que trajeran algo de comida para ella. Rebeca Kelly es la “hermana” de Rocky, y recuerda que desde cachorra estuvo constantemente enferma, desde la vez que comió por accidente fertilizante hasta enfermedades inexplicables. Rocky ha sufrido todo tipo de infortunios.
“Ha sido una niña problemática desde el día que la tuvimos”, cuenta Kelly. “Busca una enfermedad, Rocky la tuvo”.
Rocky y Kelly
A pesar de su mala salud, siempre ha tenido una exagerada y absurda energía, y anda metiéndose en problemas todo el tiempo. Según cuenta Kelly, Rocky ha sufrido accidentes terribles, caídas aparatosas y enfermedades rarísimas. Sin embargo, de todas se repuso.
Rocky ha tenido muchas enfermedades, pero no pierde sus ganas de vivir.
Por eso sigue jugando como si fuera un cachorro.
Y todo se puede ver en su perfil de Instagram @internationalrocky
Rocky también ha tenido muchos problemas en sus ojos, como úlceras, infecciones y otras dolencias. Lamentablemente una de sus úlceras no mejoró y tuvo un accidente con la rama de una planta, y así su úlcera se infectó. Tuvieron que operarla de urgencia pero igualmente quedó completamente ciega.
“Le costó mucho tiempo adaptarse. Los primeros dos meses fueron muy duros para ella” relata Kelly, que intentaba consolar a la perra cuando lloraba.
Pero finalmente, como siempre, Rocky se recuperó y empezó a adaptarse, y en un año ya nadie podía notar que estuviese ciega (a no ser por ese ojo).
Sus fotos la muestran disfrutando adentro y afuera de su casa.
“Aunque cuando ella parece que está manejando todo perfectamente, de repente salta hacia una pared o la estufa que ha estado aquí desde el día que nació” dice Kelly. “Es un misterio”.
Rocky es la dueña absoluta de la casa.
Y la tratan como una verdadera estrella.
A pesar de eso Rocky no deja de ser atrevida, egoísta y fabulosa. Sigue quejándose cuando no recibe atención, mandonea a toda la familia, los regaña si no le ajustan bien su mantita o pide que le den de comer con tenedor.
Todos los días Kelly sube fotos de ellas en la cuenta de Instagram, en cuya descripción se lee «Rocky The Princess Boston».
Habrá perdido su vista y muchos de sus dientes, pero Rocky ciertamente no ha perdido su pasión por vivir y, por eso, su familia le brinda y le brindó siempre todos los cuidados necesarios.
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