Un gatito callejero le dijo adiós a sus infortunios luego de ser rescatado y trasladado a una clínica veterinaria, su estado de salud era realmente lamentable, su pequeño cuerpecito estaba cubierto de pulgas, también tenía algunas infecciones graves, incluido el Calicivirus, lo que le ocasionó pérdida del tejido alrededor de la boca.
Gatito de sonrisa torcida conoce el verdadero amor al lado de su rescatista
Una rescatista de animales en Turquía, Ahsen, se enteró de su historia y rápidamente acudió al lugar para brindarle toda la ayuda que necesitaba. Al llegar se encontró con un gatito desalineado, sucio, y con una condición que más que diferente, lo hacía aún más especial.
Si bien el pequeño gatito era un poco introvertido, en cuanto vio a Ahsen se puso de pie y sacó su patita a través de la perrera. Al respecto la mujer comentó:
“Dijeron que era demasiado pequeño y que no duraría, pero resistió”.
Ahsen no pudo evitar conmoverse ante la situación del gatito que fue llamado Zombi, su pronóstico era desalentador, pero la mujer estaba dispuesta hacer todo lo posible para ayudarla a mejorar su calidad de vida.
Se llevó al pequeño minino a su casa y le ubicó un espacio en el que pudiera sentirse cómodo.
Zombi tenía una apariencia poco común, su boca se había torcido como resultado de las infecciones, por lo que tuvo que enfrentar un largo camino de recuperación. Afortunadamente, tenía a su lado a un maravilloso humano que estaba dispuesta a velar por su bienestar.
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Desde el primer momento el dulce gatito creó un vínculo con su rescatista, no solo contaba con un hogar cómodo sino con la compañía de un humano con quien podía acurrucarse las veces que quería.
Ahsen diligentemente limpiaba la boca del gatito y le suministraba todos los medicamentos indicados para tratar sus heridas. También lo ayudó a ganar peso y combatir la anemia, poco a poco el gatito fue ganando fuerza, comenzó a llorar sola y podía beber de una fuente de agua.
Se había creado una hermosa rutina donde Zombi caía rendido ante los cuidados de Ahsen, con dulces ronroneos le agradecía todo lo que estaba haciendo por él.
Para evitarle mayores molestias tuvieron que extraerle dos dientes inferiores, después de esto, pudo comer con mayor facilidad.
Zombi estaba creciendo a pasos agigantados, su salud había mejorado muchísimo, Ahsen estaba feliz al verla tan sana y fuerte, así que no dudó en hacerla oficialmente un miembro más de su familia.
Su recuperación le llevó casi dos meses, durante este tiempo estuvo aislado así que cuando finalmente pudo conocer al resto de su familia felina lo hizo con una sonrisa permanente. Por fortuna, el resto de los mininos la aceptó y no dudaron en hacerla un miembro más de la pequeña manada.
Le enseñaron a jugar y la invitaron a comer con ellos. De todos los peluditos, Zombi creó un vínculo especial con Zikri, el gatito esmoquin, lo seguía a todas partes y le demostraba su amistad.
La vida de Zombi cambió por completo, tenía un diagnóstico poco alentador pero sus ganas de vivir eran mayores. Quizá solo necesitaba ese ángel terrenal que diera todo ese amor que necesitaba para salir adelante. Finalmente, Ahsen comentó:
“Poder ayudar a animales como Zombi me hace feliz. Es un sentimiento invaluable poder decir ´lo logramos´, ver su cambio y ser fundamental en esto”.
Este dulce gatito hoy día disfruta de una vida plena y feliz al lado de su persona favorita y sus hermanos felinos. Quienes lo rodean reconocen en él un ser de luz lleno de amor que llegó para demostrarles que en las manos correctas todo es posible.
Nos encanta saber que pasa sus días siendo amado y viviendo la vida que se merece.