Un gatito ha encontrado un verdadero hogar después de que Tara, una amante de los peludos supiera que él junto a sus hermanos necesitaban ayuda.
Todo comenzó el mes pasado cuando Tara estaba arreglando su patio trasero, un hombre le comentó que su vecino estaba tratando de deshacerse de unos gatitos, se estaba mudando y solo se podía llevar uno.
Gatito con muchos dedos extras está feliz disfrutando de una nueva oportunidad.
Por mucho tiempo, Tara ha rescatado y adoptado a varios perros y gatos, así que no dudó en acudir a la familia, al llegar notó que uno de los gatitos era polidactilo, es decir, padecía un trastorno genético que causó que le saliera más deditos en sus patitas, sus orejas rizadas lo hacían aún más adorable.
La mujer regresó a su casa pero no podía dejar de pensar en el gatito. Al respecto comentó:
“Pensé que esta era una situación destinada a ser. ¿De qué otra manera podría suceder esto?”
Cuando Tara regresó, el gatito con muchos deditos era el único que aún necesitaba hogar, los demás ya habían sido adoptados.
El hombre que le comentó a Tara sobre los gatitos, temía que su vecino lo abandonara, así que Tara lo calmó y le dije que ella se quedaría con el peludito, a quien más tarde llamó Max.
Tras una revisión se determinó que tenía cerca de nueve semanas, estaba muy ansioso por ser parte de una familia y recibir todos los cuidados que necesitaba. Tara dijo:
“Cuando llegó a casa, era un peludito ronroneante y muy vocal”.
Desde el primer momento en que llegó a su nuevo hogar, Max comenzó a correr por todas partes, parecía un pequeño explorador curioso por descubrir el nuevo mundo del que era parte.
Aprendió a llamar la atención de su nueva persona favorita, se arrastraba sobre el regazo o el pecho de Tara o intentaba trepar por su pierna.
No pasó mucho tiempo para que el resto de los residentes que acoge Tara se dieran cuenta que había un nuevo integrante, Surry, un hermoso perrito rescatado, Mira, la adorable tortuga tambaleante, y Mickey, el travieso gato, mostraron especial interés por el pequeño Max.
“Le presenté a Mickey (que tiene el síndrome de Manx) al día siguiente, y congeniaron al instante. Están constantemente jugando y luchando. Max nunca se detiene y no creo que Mickey pueda creer que alguna vez fue así. Cuando Max finalmente se cansa, terminan convirtiéndose en amigos de abrazos”.
Max y Mickey se han convertido en los mejores amigos, su vínculo se creó desde el primer instante, cuando Max llegó de su primera visita al veterinario, estaba un poco tímido, así que Mickey se acercó ofreciéndole todo su cariño.
“Los encontré acurrucados juntos con Mickey limpiándolo por todas partes y Max durmiendo sobre él. Fue la escena más hermosa que he contemplado”.
Afortunadamente, el resto de los residentes estaban muy receptivos con Max, dejaron que entablara amistad a su propio ritmo, incluso toleraron algunas travesuras del pequeño gatito. Tara comentó dijo:
“Max ha ido conociendo poco a poco a todos en la casa y, al igual que Mickey, se enfrenta a ellos sin miedo. Creo que Mickey le enseñó eso y que puede hacer cualquier cosa que se proponga”.
Max sigue creciendo a pasos agigantados, cuenta con el apoyo de sus nuevos hermanos que sin importar lo diferentes que sean, han estado ahí acompañándolo en su proceso.
Mickey tomó el rol de hermano mayor, le muestra cómo usar las cuerdas, comparte sus juguetes y tolera todos las travesuras de su hermanito.
Tara está realmente feliz de ver a Max compartiendo con su hermosa manada. Al respecto comentó:
“Han pasado casi tres semanas desde que lo llevé a casa y es una adicción fantástica a la familia. Pensar que podrían haberlo dejado en la calle, me asusta. Esto se puede prevenir esterilizando y castrando a nuestras mascotas”.
Max sigue disfrutando de su nueva vida rodeado de sus hermanos peludos con quienes ama jugar y dormir. Recibe la atención de su madre adoptiva quien lo ama y hace todo para que sus mascotas estén realmente felices.
Todos podemos ser agentes de cambio, anímate a trasformar una vida y dale una nueva oportunidad a un peludito, que por ser diferente, pasa desapercibido ante algunos. Quien ama de verdad acepta y comprende que lo normal es que todos seamos diferentes.