Después de sufrir una vida llena de decadencias y soledad, un perro mayor ha encontrado por fin el hogar que tanto había anhelado de pequeño y todo gracias a una mujer con un corazón de oro.
La historia de Bear, un mestizo de pastor alemán es bastante conmovedora. El perro había pasado casi toda su vida en la calle y sus años ya no lo dejaban seguir adelante solo.
El perro tiene 16 años y llevaba más de una década, sino toda su existencia, en la calle.
Cuando el sabueso fue encontrado estaba en un estado que les rompía el corazón a todos. Sus ojitos tristes y desesperanzados eran el portal a un pasado doloroso, que además quedaba evidenciado en su pobre piel toda cuarteada y enrojecida.
Bear sufría de una terrible dermatitis.
Como era un peludo bastante temeroso, los recatistas optaron por enviar a Bear a un hogar temporal, pero resultó que la experiencia no fue del todo positiva para él.
Aunque tenía las mejores intenciones, su cuidador no poseía experiencia en el cuidado de caninos de avanzada edad y Bear pasó por una crisis antes de lograr adaptarse a ese lugar.
Ese hogar temporal fue un fracaso y los voluntarios buscaron reubicarlo junto a alguien que fuese verdaderamente confiable.
En ese momento apareció en la vida del perrito una veterana en este tipo de casos. La mujer había colaborado con anterioridad en el refugio de Houston y eran ellos quienes llevaban el caso del peludo.
“Ellos [el refugio] saben que mi debilidad son los perros mayores. Lo mínimo que puedo hacer es darles a estos seres indefensos un lugar suave para dormir, comida y amor. Recíprocamente, me brindan su cariño y le dan un significado diferente a mi vida”, expresó la nueva mamita de Bear.
El día en que la samaritana acogió al perrito, ella decidió que era momento de que él dejara todo atrás y eso también implicaba su nombre. Por ese motivo, el can fue rebautizado de Bear a Norman, aunque él ni siquiera se haya enterado.
“Norman es casi sordo, así que en realidad no sabe que cambié su nombre”, señaló su nueva mamá.
Desde que fue sacado de las calles, el perrito ha dado muchos pasos para cambiar su vida de manera positiva y, aunque hubo algunos tropiezos con su primer hogar de acogida, ahora su transformación es notable.
Norman les ha dicho adiós a sus problemas de piel y luce un pelaje brillante y bien cuidado. Pero, además, ahora el perrito sienta más confianza hacia los humanos por todas las atenciones que ha recibido desde que llegó al refugio y ahora con su nueva humana.
Aunque con 16 años encimas y muchos recuerdos dolorosos el peludo no tiene muchas energías para jugar, lo cierto es que a paso lento demuestra lo contento que está y para ello bate siempre su colita.
También resultó un peludo consentido y dormilón.
La nueva cuidadora del perrito está agradecida de haberlo encontrado y ser ella de tener el honor de cuidarlo en su casita.
«Norman me ha enseñado mucho… Espero que todos puedan experimentar el amor de un perro mayor. Amo a mi Norman/Bear «.
La madre de Norman está muy feliz de haberlo encontrado y anima al público a convertirse en los responsables de un perro mayor, ella sabe lo difícil que es para los refugios encontrar gente que quiera ayudarlos.
“Dar con alguien que quiera dedicarse a la crianza temporal es extremadamente difícil para los refugios, pero yo trato de ver lo positivo y sé que estoy haciendo todo lo que puedo”, agregó.
Llegar al fin de tus días en soledad es algo inhumano y ni los abuelos ni los perritos deberían pasar por eso, anímate tu mismo a ser el padre temporal de un canino adulto y que la historia de Norman ayude a multiplicar estos generosos actos.
Contactar a una organización o refugio local puede ser el primer paso para que tú también consigas la felicidad con la llegada de un angelito a casa. Anímate hoy a adoptar o ser cuidador temporal.