Un perrito fue visto arañando con furia los bloques de su antigua casa, después de que su familia decidiera desalojarlo.
Esta escena impactó a un transeúnte desconocido que no pudo evitar conmoverse ante el desespero del mestizo que suplicaba solo una cosa: volver a ser esa mascota amada.
Ben es un perrito víctima del egoísmo humano
El rostro desesperado de este peludo esconde el sufrimiento de muchos como él. Ben era la mascota de una familia que decidió mudarse sin llevarse a su nuevo hogar.
Al pobre perrito lo dejaron deambulando en las calles del barrio y cuando este consiguió el camino hacia su antigua casa, nadie salió a recibirlo.
Sus antiguos dueños se habían mudado y lo dejaron abandonado.
El animal deambuló por las calles durante días, sobreviviendo de las migajas que algunas personas le ofrecían o cazando restos de comida en contenedores de basura.
Pero además de buscar el pan cada día, el perrito se acercaba a diario hasta la parte trasera de su antigua casa con una misión.
El chico intentaba saltar la pared de ladrillos que daba con el patio.
Esa rutina fue agotando las energías del sabueso y un vecino que presenció la escena decidió exponer el caso ante un grupo de proteccionistas.
Se trataba de los ángeles de Hope for Paws, quienes comenzaron una cacería de días para intentar atraparlo.
Ben estaba muy asustado y confundido, así que cuando llegaron los rescatistas el perrito decidió huir.
El animal no quería que lo alejaran de su casa, era incapaz de entender que entre esas paredes no habitaba nadie.
Pero los chicos no se rindieron y al día siguiente de ese primer intento, decidieron volver con una mejor estrategia.
Los voluntarios cerraron las calles para evitar que el perrito escapara, Ben es un sabueso bastante veloz y así se los demostró desde el primer momento.
Pero esa tarde tampoco lograron sacar al perrito de las calles.
Ben no entendía que ellos solo querían ayudarlo y huyó asustado. Hizo falta un tercer intento con cercas más altas y más personal para completar la misión.
Con la cerca cubriendo de extremo a extremo de la calle, en el momento en que el perrito apareció lograron rodearlo.
Fue un momento tenso para Ben pero sin duda que el episodio valdría la pena.
Una vez se calmó, los rescatistas pudieron entrar y hacer contacto físico con el animal para ganarse su confianza. Ya calmado, lo trasladaron al refugio de la fundación y fue sometido a un chequeo.
En ese punto el perrito entendió que todos esos días solo habían querido ayudarlo y salió a relucir el canino dócil y amoroso que era Ben.
Tan dócil y amoroso que se resistía a dejar a su familia, pero ellos ya lo habían hecho sin que él lo supiera.
En manos de este chico el fiel Ben estará a salvo, desde el refugio están en la búsqueda de un nuevo dueño responsable y amoroso.
El perrito ya sufrió un abandono y además conoció las necesidades de la calle, así que nadie desea que vuelva a pasar por ninguna experiencia de ese tipo.
El peludo leal merece una familia; de hecho, todos los canes deberían tener a alguien honesto que vele por ellos.
Es injusto que tras dedicarles sus mejores años, los antiguos dueños del perro hayan decidido abandonarlo e irse lejos para que no los encontrara jamás.
Mira a continuación el momento de su rescate:
Gracias al vecino que reportó el caso y a los trabajadores del refugio, Ben tiene una nueva oportunidad. Pero, ¿Cuántos perros más no sufren situaciones similares sin que alguien los ayude?
Por favor, aprendamos que tener una mascota no es situación de temporada sino un compromiso que se adquiere para toda la vida.