Un cachorro de tigre se aferra con fuerzas a un peluche después de casi perder la vida a causa de la indolencia e irresponsabilidad de unas personas que lo tenían de manera ilegal en el patio de su casa.
La tenencia de animales salvajes sin autorización es un acto que amerita sanciones; sin embargo, hay quienes aún consideran el asunto como un juego.
Este tierno tigre bebé ha sufrido demasiado en su corta vida
El felino fue rescatado por la organización The Wildcat Sanctuary con sede en Minnesota, después de que recibieran la denuncia de dos tigres y dos leones atrapados en el patio trasero de una casa rural, en Indiana.
El cachorro y sus otros parientes formaban parte de una colección privada de animales salvajes que un hombre mantenía en su casa de manera ilegal.
Era víctima de la ambición del hombre.
Se trataba de una red que criaba a los felinos para su explotación y comercio en Internet. En ese momento, los voluntarios de la organización supieron que debían intervenir y constatar el estado de las criaturas.
Cuando se realizó el procedimiento todos quedaron anonadados al descubrir que además de los animales que ya sabían, también estaba un tigre bebé que ni siquiera había abierto los ojos.
La vida del cachorro estaba en peligro, el personal rescató a todos los felinos para llevarlos al santuario pero sabía que el pequeño era el más vulnerable.
Cuando lo rescataron el tigre pesaba 1,5 kilogramos.
Pero en la primera semana de cuidados el cachorro comenzó a ganar peso, aunque sus nervios y llanto eran continuos.
Los cuidadores intentaban consolar al tigre y lo mimaban y acompañaban para que la estadía en el santuario durante esos primeros días no lo atemorizara.
Ellos lo cuidaban como a un verdadero bebé, pero el tigre que tenía unas cuerdas vocales bien desarrolladas no dejaba de quejarse.
Por fortuna, esos días tan difíciles quedaron atrás en el momento en que una de las cuidadoras del tigre decidió presentarle un compañerito de su especie: un tigre de peluche en el que el cachorro consiguió consuelo.
Las horas de llanto quedaron atrás para el felino bautizado como Dash, pues desde que le dieron el peluche dejó de sentirse solo y desamparado.
El juguete estabilizó las emociones del tigre y la salud de este campeón comenzó a mejorar progresivamente. Además, con su compañerito de felpa al lado, Dash era mucho más dócil y amable con sus cuidadores.
A la segunda semana de estar bajo los cuidados de estas personas, el tigre comenzó a abrir sus ojos. Ya estaba listo para mirar el mundo y también a ese compañero esponjoso que calmaba su ansiedad.
Conforme pasaron los días, Dash se fue desarrollando. En la tercera semana no solo adquirió algunos gramos más, sino que se convirtió en un tigre bastante ágil que disfrutaba trepar y rodar sobre su propio cuerpo.
Destrezas que conoció gracias al hecho de ser rescatado, pues en el patio de la casa en que lo tenía solo contaba con una caja pequeña en la que no podría explorar.
Los otros felinos rescatados del lugar vivían en jaulas diminutas y es muy seguro que al crecer este pequeño les haría compañía. Al menos antes de que lograran venderlo de manera ilegal.
Para ese momento el tigre pesaba el doble de lo que pesaba al llegar y enamoraba a todos con sus impactantes ojos azules. De hecho, su tigre de peluche ya no lucía tan grande como al principio, Dash igualó su tamaño hasta superarlo en corto tiempo.
Aunque no por eso dejó de ser su juguete favorito, al contrario, el nexo con el peluche se profundizó.
Los cuidadores del santuario han hecho una labor increíble al rescatar al tigre y sus papitos de las manos de esos traficantes de animales. Ahora el minino tendrá una vida tranquila y segura como siempre debió ser.
Dash ya alcanzó su decima segunda semana y descubrió que le gusta la nieve.
No podemos estar más que agradecidos con los rescatistas que hicieron esta historia posible, que la vida les retribuya sus buenas acciones.