Los ucranianos han demostrado tener un espíritu de hierro en el último mes y esta joven está haciendo exactamente lo mismo.
Se trata de Nastya Tikhaya, una ucraniana que durante estas semanas ha arriesgado su propia vida para salvar a los perritos necesitados que han sido olvidados en medio de la guerra.
La mujer es propietaria en un refugio fundado por sus padres y ni la invasión rusa ha quebrado su espíritu.
Antes de comenzar el conflicto, Natya administraba junto a su esposo, Arthur Lee, un santuario de perros callejeros y con discapacidades en la ciudad de Irpin, muy cerca de Kiyv.
Ahora que la guerra ha dejado más dolor en los animales, la joven no está dispuesta a dejarlos solos y junto a su marido transporta mascotas a la frontera con Polonia.
Su valentía está siendo aclamada por quienes conocen su labor.
Desde que Rusia decidió atacar el territorio ucraniano, sus habitantes han vivido gran tensión y no solo las personas, sino sus mascotas, se han visto afectadas y perdido la vida.
La rutina le cambió a todos en cuestión de minutos y más de 1.5 millones dejaron el país en un intento por huir de la barbarie.
Algunos lo hacen con sus mascotas en mano pero muchos han tenido que despedirse de sus peluditos ante la imposibilidad de cruzar la frontera con ellos.
Es en ese momento que la labor de esta joven entra en juego.
Esta joven y su esposo están ayudando no solo a los animalitos de su santuario, sino que han brindado una mano a las mascotas que han sido dejadas atrás por sus familias.
Para Natya resulta inaceptable que las personas decidan dejar encerrados a los compañeros peludos en sus propios hogares y no los ayuden a escapar del peligro.
Aunque no puede hacer nada para evitarlo, más que usar sus redes sociales para crear conciencia y trabajar por ayudar a los que otros olvidan.
La mayoría de los animales a los que la joven está rescatando son perros discapacitados o de muy avanzada edad, peludos realmente vulnerables.
“Mi teléfono se rompe por las llamadas: sacas animales de Irpen, sacas a nuestro perro, un gato. ¿En serio? ¡Tú, pensando solo en ti mismo, recogiste tu ropa y saliste corriendo! ¡Y dejaron morir a su animal en un apartamento cerrado!”, dice Natya un poco molesta por la situación.
Para llegar a la frontera con Polonia, la pareja debe recorrer varios kilómetros y ante las largas filas de personas intentando cruzar se ven en la necesidad de bajarse de sus automóviles y trasladar a pie a los peludos.
Estos animales están siendo entregados por Natya y su esposo a familias y refugios en Polonia que están dispuestos a brindarles una segunda oportunidad.
Algunos colaboradores de la joven en la frontera.
El 23 de marzo, el refugio de esta joven publicó en su Instagram la noticia de un lote de gatos que lograron llegar con éxito a su destino.
“¡Nuestros gatos en Polonia están en un refugio en Varsovia! ¡Los gatos, a los que todos queremos mucho, que se salvaron aquí y pudieron ser sacados del país, salvándose de la guerra!”
Natya y su esposo trabajan arduamente para conectar con compañías de transporte, refugios y personas de buen corazón que quieran ayudar en el rescate de estos peluditos.
Llevarlos hasta la frontera no es sencillo y tampoco encontrarles un hogar pero para esta mujer todo vale la pena con tal de salvarlos del terror de la guerra.
La joven no planea dejarlos solos.
La situación en Ucrania es dolorosa, muchos inocentes están sufriendo y deambulan desorientados o aturdidos durante los ataques.
Ante un panorama tan desgarrador no podemos más que unir fuerzas y apoyar a gente como Natya y Arthur que intentan marcar la diferencia entre tanta oscuridad.
Por favor, cualquier ayuda a esta noble causa puedes contactar directamente con el refugio a través de sus redes sociales.
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Bravo por esos héroes que intentan salvar otras vidas en medio de tanta maldad.