La mirada de una tierna gatita es capaz de cautivar a cualquiera, eso fue lo que le pasó a una mujer cuando estaba a punto de entrar en su furgoneta, en ese momento supo que que la linda motuda se había metido en su corazón.
Esta gatita no dudó en entrar a un auto para protegerse del frío
Lauren Kasdan sale todos los días a llevar los pedidos que le hacen sus clientes, le encanta y disfruta mucho su trabajo.
Recientemente le tocó atender una entrega en una zona segura y tranquila, así que se bajó rápidamente y dejó la ventana del vehículo ligeramente abierta.
Se encontró con los ojitos de una hermosa gatita cuando menos lo esperaba
La mujer no se demoró nada en su labor, no habían pasado cinco minutos y ya venía de vuelta. Cuando estaba cerca de la furgoneta se percató de que había algo extraño en el asiento trasero, era una especie de bulto, no sabia de qué se trataba.
Así que se acercó un poco más y fue cuando vio la carita peluda de una gatita callejera que la miraba con una dulzura imposible de describir.
La pequeña se veía sucia y en muy malas condiciones producto de la triste vida callejera que llevaba.
Los animalitos que permanecen en esas condiciones tienen todo en su contra, son objeto de accidentes, enfermedades y malos tratos. En la mayoría de los casos el desenlace suele ser fatal, su expectativa de vida suele ser muy corta.
“Pensé que estaba alucinando por un segundo. Era difícil de procesar. Había un gato en mi auto”, dijo Laurent.
La gatita no parecía estar asustada ante la desconocida que estaba parada en frente de ella, todo lo contrario, se quedó echada y tranquila sin hacer el menor gesto por bajarse o huir.
Sin duda que la mujer estaba sorprendida, puesto que no es usual ese comportamiento en una gata callejera.
La mujer sintió una profunda ternura por la gatita y decidió ayudarla
Laurent acercó suavemente su mano y comenzó a acariciarla lentamente, la minina respondía con dulces ronroneos a los tiernos masajes, no había duda de que estaba disfrutando el inesperado momento.
Miraba con detenimiento a su alrededor, pero mantenía su decisión de quedarse adentro.
La repartidora no quiso bajar a la gatita, la mantuvo con ella y se la llevó a casa para darle comida y atenderla como era debido. Buscó un aparato para identificar microchip y asegurarse si tenía dueño, y no encontró nada.
Como es de suponerse, siendo una gata callejera, tenía algunos parásitos pegados, era necesario asearla lo antes posible.
“Abrí la llave del baño, la puse suavemente y se acomodó casi de inmediato, estaba maullando bastante fuerte al principio.
Pero cuando comencé a restregarla con el champú para pulgas y garrapatas, se acomodó y comenzó a ronronear. Cuando la saqué, la envolví en una toalla y se quedó dormida en mis brazos” explicó Laurent.
En casa todos estaban felices de tener a la felina. Tenían que ponerle un nombre a la gatita y escogieron “Athena”, un nombre digno de tan tierna y amable criatura con pelos.
Estaban enamorados de la pequeña, pero tenían decidir qué harían con ella. La madre de Laurent también amaba a Athena, nunca en casa habían tenido a un gato como mascota y de inmediato quiso adoptarla.
La decisión fue unánime, se quedarían con la gatita, y desde ese momento fue un miembro más de la familia, les regalaba sus maullidos y dulces mordiditas de cariño a cada rato, y ellos la colmaban de amor.
En casa está cuidada como una princesa y nada le falta, los tiempos de escasez y tristeza quedaron muy atrás para la encantadora felina.
No cabe duda, cada ser tiene su lugar especial en el mundo y a veces se encuentra cuando menos se espera; mantén los ojos abiertos.