Este cachorro llamado Junior le ganó la batalla a la muerte, siendo el único de su camada que logró sobrevivir. Esta es una historia de coraje y superación que nos refleja una realidad de la que pocos países escapan: la epidemia de perritos callejeros, a causa de dueños irresponsables y sin corazón.
El cachorro logró algo que resultó imposible para sus hermanitos, todos ellos fallecieron.
La historia de este cachorro nos llega a través de la fundación The Orphan Pet, la cual no solo rescata animales en Grecia sino que intenta educar a la población sobre la tenencia responsable de mascota.
Lastimosamente aún hay mucho trabajo por hacer, pues son miles las personas que no castran y esterilizan a sus perros pero una vez están en estado se deshacen de ellos y sus camadas.
Algo así pasó con este cachorro.
Junior fue rescatado de un canal de riego junto a sus cuatro hermanos, después de que alguien los reportara. Aunque los voluntarios les brindaron cuidados a todos, solo este cachorro logró sobrevivir. Así lo cuenta:
“En un par de semanas, Parvo los mató a todos… a todos excepto a uno. ¿Por qué fue él el afortunado? No podemos saberlo”, dijo Valia de Orphan Pet.
Pero en pocas semanas tanto los voluntarios como el cachorro entendieron que quizás él había sobrevivido con un propósito.
Una vez recuperado y con un poco más de fuerzas, Junior fue a dar al refugio de la fundación. En el lugar pasó unas semanas, antes de que un joven amoroso se acercara a él.
Se trataba de Ben, el hijo de 14 años una de las cuidadoras del cachorro Marsha.
La mujer había llevado al joven hasta el refugio para que conociera de cerca todo el trabajo que realizan por sostenerse con donaciones de menos de un dólar por día. El chico quedó conmovido y además sintió atracción por un cachorro en particular: ese era Junior.
Ben supo la historia del perrito y de inmediato quedó admirado por su valentía y esa fortaleza lo motivó a ayudarlo.
El joven decidió ser el padre temporal del cachorro hasta encontrarle a una familia definitiva. Esa decisión marcó un antes y un después en la vida de Junior.
El día en que el cachorro iba a dejar el refugio se mostró renuente, el pobre sintió mucho temor de la vida fuera del refugio.
Este peludo había sufrido tanto con apenas días de nacido que quería quedarse en su zona de confort: la perrera. Pero Ben lo tomó entre sus brazos y lo acurrucó para que sintiera confianza.
A partir de ese momento nada sería igual.
Al cuidado de Ben, el cachorro conoció los sonidos de la ciudad, las tiendas, el olor de la buena comida y además visitó el mar.
Con pocos días a su lado, la historia de Junior había comenzado a cambiar vertiginosamente y todo gracias al adolescente que se emocionó al saber cómo era el trabajo de su madre.
Ben y el cachorro compartieron un par de meses, el chico cuidó de él, pero además le enseñó a fortalecer su confianza.
Junior se convirtió en un perrito más suelto y seguro, sabía que el mundo no era tan malo después de todo. Y además comprendió que había valido la pena aferrarse a la vida, pero el asunto no terminó allí.
Ben cumplió su cometido y no solo ayudó en la rehabilitación del cachorro, sino en su adopción. El adolescente logró dar con una familia amorosa que deseaba que Junior formara parte de su núcleo.
Allí comenzó una nueva aventura para el cachorro.
El peludo tuvo que viajar hasta Holanda donde vive feliz con sus nuevos responsables, pero la ayuda y el amor de Ben lo marcó para siempre.
Gracias a todos lo que hacen estos rescates posibles, ahora Junior vive feliz y no le teme al mundo.