Tras duros días en la calle, una indefensa gatita que necesitaba con urgencia los cuidados de crianza llegó a un refugio para dejar abrir su corazón y ser acogida por sus los hermanos que la vida le tenía preparada.
Su nombre es Margarita pero todos en el lugar le llaman Rita por ser una gatita bastante original.
Los pequeños animales huérfanos que llegan a los refugios representan un gran compromiso para los voluntarios, pues estas criaturas demandan cuidados y atenciones especiales pero ni por todo el cansancio acumulado estas personas dejarían de ayudarlos.
De ese modo lo demostraron los cuidadores de Sparkle Cat Rescue, un refugio ubicado en Carolina del Norte, Estados Unidos.
Fueron estas personas las responsables de salvar la vida de Rita.
La tierna gatita de dos colores llegó al lugar tras ser rescatada de las calles de la ciudad. La pobre se encontraba hambrienta y desorientada entre el frío de Carolina, pero cuando llegó al refugio demostró tener bastante confianza en sí misma y una personalidad inigualable.
Rita era de las bebés más pretensiosas que habían llegado al lugar y a la diva poco le gustaba interactuar con sus demás compañeros, solo quería la atención de los humanos y parecía padecer una profunda tristeza.
Sin embargo, el asunto cambió cuando los voluntarios lograron dar con su familia.
Otra búsqueda por la zona en la que fue hallada confirmó lo que todos sospechaban, Rita no estaba sola en este mundo y sus hermanos también necesitaban ayuda.
Fue por esa razón que los rescatistas no dudaron en socorrerlos y llevarlos con la ruidosa gatita para concretar el tan anhelado reencuentro.
Una de las voluntarias adoptivas del refugio, Sarah Kelly, explicó que la camada de gatito debió pasar un tiempo en la incubadora para recuperarse de los embates sufridos durante el tiempo en que estuvieron en la calle.
Todos se encontraban delicados en el momento de ser llevados al refugio.
Pero en el caso de Rita, la gatita mostró signos de mejoría desde la primera noche.
“Fueron encontrados y transportados a nosotros esa mañana, y todos descansaban cómodamente y seguros en la incubadora.
Rita es tan fuerte y obstinada como parece, y obtuvo grandes logros en su primera noche con nosotros. Estamos muy contentos de poder reunirla con sus hermanos”, dijo la mujer.
Al parecer con la llegada de sus hermanitos la actitud distante de Rita cambió de manera radical. La minina pasó todo ese primer día acurrucándose con ellos y era evidente que los extrañaba, pero además lo demostró con ruidos particulares.
“Es normal que los gatitos siseen ante ciertos olores a medida que se desarrolla su sentido del olfato, pero con sus hermanos era algo extremo. Rita es luchadora, ruidosa y tan linda como parece”, explicó.
Los hermanos de Rita fueron tan bien recibidos en el refugio como lo hicieron con ella y por ello entre las primeras cosas que hicieron los voluntarios fue bautizarlos. Mo, Manny, Mimi y Julep son los nombres de los demás integrantes de esta familia gatuna.
Los días siguientes al rescate, el grupo seguía tan unido como el primer día y se cuidaban mutuamente.
Desafortunadamente la pequeña Julep se colgó sus alitas de ángel felino a causa de una afección congénita que no logró superar, pero esa pérdida unió más a sus pequeños hermanos.
Ese fue un duro golpe para todos.
Después de ese lamentable episodio Rita se convirtió en la protectora de sus hermanos y su personalidad particular afloró aún más.
La gatita cuidó de ellos durante el tiempo necesario, pues tras recuperarse el grupo inició su proceso de adopción.
Afortunadamente toda la camada encontró un lindo hogar y Rita fue a vivir con una familia en la que pudo seguir siendo la princesa, pese a tener otras mascotas en casa.
Con su gran personalidad la gata se ganó el cariño de todos.
En ocasiones las personas no lo consideran pero para los animales también es importante mantener esos lazos de hermandad. El reencuentro con sus hermanitos fue vital para que esa gatita antipática del primer día se abriera con los cuidadores del refugio y pudiese recuperarse de un todo.
Aunque ahora no los ve tan seguidos, Rita puede estar tranquila porque sus pequeños hermanos están en buenas manos.
Una familia siempre será mejor que la vida en las calles y eso lo sabía muy bien la gatita que ahora vive feliz sabiendo felices a sus consanguíneos.