Tres decenas de perritos callejeros dependen de Oleg, un hombre sin hogar que se encarga de protegerlos para ofrecerles la mejor calidad de vida posible.
Este emotivo caso ha tocado el corazón de todos, Oleg, de Ucrania, se dedica a hacer que los perritos que sobreviven desamparados tengan un lugar en el que puedan resguardarse del inclemente frío.
A través de “Love Furry Friends, Rescue Channel”, una página que difunde la labor de los rescatistas en ese país, se conoció la situación de estos perritos y su compañero.
Un grupo de voluntarios que trabajan a favor de los animales sin hogar conocieron el gesto de Oleg, quien sin tener nada, ayuda de manera extraordinaria. Está comprobado que a veces los que menos tienen, son los que más dan.
Oleg ha rescatado a más de 30 perros a quienes les ha dado un refugio, alimentos y mucho amor.
Cuando los rescatistas se enteraron acudieron al lugar donde estaba Oleg para ofrecerle su apoyo. Era un terreno baldío donde él había instalado una pequeña tienda, había algunos troncos cortados que hacían la función de sillas, ladrillos y carbón para cocinar.
Supieron que hace tres años Oleg rescató a dos perros, pero no contaba con los recursos económicos para llevarlos al veterinario a esterilizarlos y castrarlos. Por esa razón, ahora está a cargo de un numeroso grupo de 30 perros.
Los voluntarios miraban que cada uno tenía su propio espacio para refugiarse, eran de diferentes edades, algunos se escondían, otros transitaban por el lugar y otros preferían jugar.
Todos los perros parecían estar felices, un cachorrito, llamado Borya, llamó su atención. Oleg les explicó que no era de la misma camada.
El humilde hombre lo encontró y lo rescató de una zona cercana a la carretera, y el perrito creó un vínculo muy especial con él. Está muy agradecido, es su héroe, lo ama y lo sigue a todos lados.
Los rescatistas conocieron a casi todos los perros y se marcharon, pero con la promesa de volver al siguiente día con alimentos para Oleg y para ellos. Cuando llegaron, inmediatamente los perros olieron la comida en las bolsas y esperaron con emoción su turno para comer.
También les dieron agua limpia a todos los perritos.
Ese día, Oleg nombró que había cachorros que se refugiaban en las madrigueras y que necesitaban ser ubicados en un lugar menos riesgoso.
Algunos perros que se protegen en el interior de una madriguera tienen un desenlace fatal causado por la asfixia cuando los agujeros colapsan y sobre ellos cae la arena.
Los rescatistas no se conformarían solamente con darles alimentos y agua, su objetivo era que los perros fueran adoptados.
Fue un proceso lento, pero encontraron un hogar para muchos de los perritos. Borya fue el primero en encontrar una familia. Oleg se despidió de él, estaba feliz de que pudiera contar con la protección y el amor que le ofrecerían en su nueva casa.
Todo parecía marchar bien, pero Oleg llamó a los rescatistas para advertirles que Tima, uno de sus perritos, había sido arrollado por un automóvil.
Por suerte solamente sufrió una herida menor, Tima lloraba y apenas podía moverse, lo trasladaron al hospital con mucha delicadeza.
En el veterinario comprobaron que se fracturó la cadera derecha y también la pata trasera izquierda, tuvo que ser sometido a una cirugía.
Tima necesitaba una rehabilitación posoperatoria que podría durar un mes aproximadamente.
Después del accidente de Tima, los rescatistas notaron que una perrita, Julie, tenía una lesión ocular que necesitaba tratamiento durante al menos dos semanas.
Oleg se aseguró de administrarle los medicamentos cuatro veces al día para ayudar en su recuperación.
Tima logró recuperarse, igual que el ojo de Julie, y estaban listos para encontrar un hogar definitivo.
Esperaban conseguir un hogar para ellos, pero también debían esterilizarlos y así procurar que no se reprodujeran más.
Tras las esterilizaciones, esperan que estén recuperados para poder darlos en adopción.
La labor de Oleg que responsablemente y sin tener nada se encargó de los perros es admirable. No hay excusas cuando verdaderamente se quiere ayudar, es compromiso de todos luchar contra los tratos injustos que reciben animales inocentes.