La amistad surge del modo menos esperado entre los seres que quizás creemos poco compatibles, y un ejemplo claro es una cerdita y una perrita, cuyo dueño falleció pero ellas luchan por mantenerse juntas hasta el final de sus días.
Perder al humano que cuidaba de ellas fue un golpe duro para la vida de estas criaturas, pero ambas apostaron por salir delante de semejante tragedia.
La cerdita se llama Penélope y la perrita es una pitbull llamada Ruby Sue.
Estos animalitos viven en Ohio, Arizona (Estados Unidos), y habían llevado una vida feliz hasta que la muerte de su cuidador se interpuso en su camino.
Lamentablemente, Penélope y Sue se enfrentaban a un doble dolor, pues no sabían qué iba a pasar con ellas. Era injusto que terminaran separadas en cualquier lugar, así que una mujer de buen corazón decidió intervenir.
Se trata de Jessica Overlock.
Junto a su familia, Jessica decidió recibir a la cerdita y la pitbull de forma temporal, ya que eran las mascotas de un vecino muy cercano. Por eso, ella tampoco era una extraña para la peculiar pareja.
Penélope y Sue le agradecen su dedicación.
“Los hemos estado cuidando durante la última semana cuando su dueño, mi amigo cercano y vecino falleció repentinamente, siempre he sido su cuidadora cuando él estaba fuera, y por supuesto cercana a ellos desde que vivimos al lado”, explicó Jessica.
La joven Overlock no sabía qué tan difícil podría ser encontrarles una familia, pero tenía claro que no podía separarlas.
La cerdita estaba muy encariñada a la pitbull y viceversa, así que al compartir la trágica historia de estas amigas recalcó que cualquier interesado debía apostar por llevarse a las dos a casa.
¿Quién podía negarse a cuidar a estas ternuritas?
La unión entre estas criaturas es sorprendente y Jessica señala que es muy probable que ellas mismas no conozcan lo que las diferencia la una de la otra, así que les prometió mantenerlas juntas.
Para ambas criaturas ellas son simplemente hermanas.
“No creo que sepan que son un pitbull y un cerdo. Simplemente son hermanas. Esa es una cosa que les prometí a las niñas que perdieron a su padre, que íbamos a encontrar una casa en la que estuvieran juntas para siempre”, señaló Jessica.
Después de hace pública la historia, la joven comenzó a recibir más solicitudes de adopción de las que pensó en un principio.
Parece que el caso conmovió a muchas personas pero era su responsabilidad asegurarse de que la cerdita y su amiga fueran a un hogar adecuado en el que les aseguraran mucha felicidad.
Las chicas conseguirían más tarde que nunca un nuevo hogar.
Jessica filtró las solicitudes de acuerdo a la posibilidad de espacio para las mascotas. Ambas son criaturas a las que les gusta el aire libre, así que era necesario que los interesados tuviesen un gran patio trasero o de preferencia una granja donde ellas pudiesen jugar con tranquilidad.
Además de una casa espaciosa.
Otra de las cosas a las que la mujer le prestó atención fue a los miembros que integraban las familias de los interesados.
Resulta que la perrita es muy protectora con la cerdita y suele llevarse bien con otros perros pero no siente gran empatía por los gatos, así que Jessica prefirió elegir a los postulantes que no tuviesen muchas mascotas en casa y menos a un felino.
La idea era dar con la persona indicada para que la adopción resultara un éxito.
En cuanto a la convivencia con la cerdita, parece que el asunto era más sencillo dada la personalidad de Penélope que disfruta convivir con todos. Así que, después de un largo proceso estas criaturas fueron finalmente adoptadas por una pareja que prometió darles mucho amor y no separarlas jamás.
Un excelente final para estas hermanitas interespecies que nos recuerdan una vez más que el amor no sabe de diferencias, sino de sentimientos y buenas energías. ¡Ojala el ser humano aprenda algo de ellas!