El pastor alemán es una clase de perro bastante noble y protectora que suele ser entrenado para desempeñarse como policía o perrito de terapia, dada su inteligencia y la docilidad de su corazón.
Pero en esta oportunidad uno en particular llamado Sarge no necesitó recibir ningún tipo de capacitación para convertirse en el padre adoptivo de los ciervos huérfanos o lastimados que llegan a su casa, esto es algo que el chico lo hace desde el alma.
Este pastor alemán crece rodeado de la naturaleza y por eso simpatiza con diferentes animales silvestres.
Sarge es de Ohio, Estados Unidos, y desde hace nueve años que vive siendo el rey de la casa de su dueña. Desde cachorro su personalidad había sido un poco gruñona, le gustaba mordisquear los pies de su humana cuando quería algo y ladraba frenético cuando alguien se atrevía a tocar sus pertenencias. Pero esos impulsos descontrolados del perrito cambiaron cuando una nueva criatura llegó a casa.
A partir de allí toda la dinámica familiar cambió.
La madre del perrito, Cheryl Stephen, encontró a un ciervo lastimado en medio de la carretera y decidió socorrerlo tomándolo entre sus brazos, subiéndolo al auto y llevándolo a casa.
En el camino, la mujer pensó que la convivencia se podía complicar con Sarge pero no tenía otra opción más que ayudar al animalito lastimado, así que decidió seguir adelante con el rescate.
Pronto se convirtió en la mejor almohada para el ciervo huerfanito
El perrito parecía entender que la criatura estaba en problemas y se mostró amable y considerado con el ciervo al que bautizaron como Buckwheat.
«Algo hizo clic en Sarge y se puso cerca de Buckwheat instantáneamente. Quería participar en todos los aspectos de su cuidado. Él asumió el papel de guardián de Buckwheat. Ninguno de los otros perros pudo acercarse al bebé «, dijo Cheryl Stephen.
Inesperadamente, el perrito asumió el papel de cuidador del ciervo y su carácter egoísta y gruñón cambió drásticamente.
Esos juguetes que el can odiaba compartir con las demás mascotas de la familia pasaron de inmediato a las manos de Buckwheat gracias a que el propio Sarge se los prestaba sin ningún problema.
El perrito quería mantenerse siempre al lado del ciervo y lo protegía.
El peludo estuvo al lado de la criatura durante su recuperación y disfrutó como un padre amoroso y protector el momento en que el ciervo logró ponerse nuevamente de pie.
“Cuando sacamos a Alforfón al aire libre, Sarge caminó junto a él y evitó que vagara. A medida que Alforfón crecía y comenzaba a aventurarse por su cuenta un poco más, teníamos a Sarge buscándolo y trayéndolo de vuelta a casa”, explicó Sheryl.
Después de unas semanas, Buckwheat fue rehabilitado completamente y dejado en libertad pero el rumor de que Sheryl y su perrito ayudaban a los ciervos se esparció por la localidad y entonces este tipo de visitas se hicieron cada vez más recurrentes.
De un día para otro la gente comenzó a contactar a Sheryl para informarle sobre animales necesitados y fue de esa manera que diferentes ciervos comenzaron a desfilar por la casa.
Una situación que no tiene para nada disgustado al perrito.
Cada vez que Sarge ve a un nuevo amigo llegar a casa sabe que debe activar su espíritu protector.
“Cuando entro por la puerta con un ciervo, Sarge entra en acción. Él quiere revisarlos y olfatea frenéticamente y husmea para determinar su condición. Los ciervos se sienten atraídos por Sarge y se sienten seguros en su presencia. Sarge no se va de su lado”, explicó la dueña.
Aunque este perrito y su humana ponen todo de su parte para sacar a los animalitos adelante, algunos de ellos llegan a casa con lesiones tan difíciles de tratar o en estados tan críticos que no logran salir adelante. Esa es una situación bastante dolorosa para el pastor alemán.
“Se lamenta por días, con su cabeza baja y no quiere comer. Se ha acostado en las tumbas de sus amados ciervos y se ha negado a entrar”, explicó Sheryl.
Aunque en esta labor hay días malos, parece que el perrito se sobrepone al dolor y al igual que su dueña siente la necesidad de seguir ayudando a los que más lo necesiten.
Sarge ha dejado atrás sus días de perrito caprichoso y se ha convertido en el can más dulce y solidario que cualquiera pueda imaginar, al parecer los ciervos despertaron el lado positivo de su personalidad.
No importa las diferencias siempre que haya amor son muchos los animales capaces de conectar y ser tan solidarios como podamos imaginar. Bravo por este perrito que ahora es un ser ejemplar.