No hay nada más placentero para una perrita que permanecer a sus anchas en la suavidad y esponjosidad del sofá familiar pues se siente tan cómodo como recibir un abrazo enorme y eterno del ser más cálido.
La perrita consiguió librarse de la regla que le impedía subir al sofá
Lexi es una hermosa perrita bóxer bicolor que cometió un gran error cuando era pequeña. Después de salir a jugar y empaparse de tierra mojada, no tuvo ninguna consideración hacia su familia y decidió subir al sofá de la casa para descansar de su ajetreado día de juegos.
Por supuesto, las huellas de tierra de Lexi quedaron marcadas por toda la tela del sofá. Esto ocasionó que su madre humana, Donna Wolford, tomará una gran decisión pues cada vez era más frecuente la desfachatez de su peluda.
A Lexi se le prohibió subir al sofá, bajo ninguna situación. Pero la perrita no se quedaría conforme con tal resolución y encontraría la manera de librarse de esa regla para poder seguir descansando en su lugar preferido.
“Tan pronto como entra corriendo a la casa, va directamente a los sofás”, narró Donna.
Para hacer que la regla fuese más fácil de asimilar por su canina, Donna comenzó a entrenarla, alejándola de los sofás y haciendo que permaneciera en su propia cama o mantas designadas exclusivamente para ella.
Pero Donna jamás imaginó la gran inteligencia de su perrita quien, haciendo uso de la lógica más irrefutable, concluyó que la regla no aplicaba cuando todo su cuerpo no descansaba sobre el sofá. Es decir, al menos unas de sus extremidades debían permanecer en el suelo.
Ha dejado de correr hacia el sofá pero nada la aleja definitivamente de él
Según Lexi, no está rompiendo la regla si sus patitas se encuentran fuera del sofá. Además, también puede mantener la mitad de su cuerpo sobre la suave tela si alguno de sus humanos se encuentra descansando allí.
«Hemos hecho un buen trabajo al evitar que corra al sofá, pero todavía tiende a infringir las reglas. Si hay alguien en el sofá, se sentará así para estar con ellos», señala Donna.
Cuando Donna descubrió a su perrita sobre el sofá con las patitas colgando, no podía creerlo. Una y otra vez, le preguntó que estaba haciendo y la dulzura en el rostro de su canina era irresistible; por más que le pidió bajar del sofá no lo hizo, ya que estaba convencida de no haber hecho nada indebido.
“Esto es lo que pasa cuando tu bóxer sabe que no se supone que debe subirse en el sofá, pero el impulso de dormir es demasiado fuerte… no estoy segura de cómo se quedó dormida en esta posición”, compartió Donna en sus redes sociales.
Lexi ideó su excepción a la regla cuando tenía solo 8 meses de edad. Ahora, ya tiene casi 2 años y sigue aplicando la misma técnica para dormir cual angelito, pese a que su hermana canina llamada Lucy se mantiene alejada del sofá.
Además de subir al sofá, la perrita ama dormir sobre la cama de su hermanito humano, lugar que también tiene prohibido. Sin embargo, Lexi es consciente de su gran ternura y no duda en utilizar su penetrante mirada al momento de ser descubierta por su familia para seguir haciendo de las suyas.
¡Nada supera su ternura e inteligencia!
La familia de Lexi se ha resignado a las travesuras y ocurrencias de la peluda. No les queda más que aceptarla y amarla incondicionalmente, tal como ella los quiere y protege con todo su corazón.
No cabe duda, los perritos son seres extremadamente inteligentes, capaces de quebrantar cualquier ley tan rápido como un chasquido de dedos. ¡Sigue descansando en tu sofá, Lexi!