Todo hombre se estremecería al escuchar ruidos extraños provenientes del exterior de su casa, sobre todo si son tempranas horas de la mañana y aún no está despierto.
Tal como vivió Tim Newton, residente de una zona rural de Alaska, cuando una inesperada mañana su sueño se vio interrumpido abruptamente.
El hombre quedó anonadado con lo que encontró en el exterior de su residencia
La casa de Newton limita con una extensa área natural de Alaska, por lo que en muchas ocasiones se ha encontrado con animales en su jardín. Sin embargo, jamás imaginó que una enorme familia de felinos se adueñaría del porche de su casa sin su consentimiento.
Los traviesos felinos eran una enorme familia de linces que comenzaron a hacer de las suyas mientras el hombre aún dormía. Tuvo que decir adiós a sus sueños cuando los estruendos ocasionados por los movimientos de los “gatitos” fueron en aumento.
Salió despavorido de la cama solo con su bata encima
“Era justo el amanecer, oí algunos ruidos, era como algo que se derrumbaba en el suelo”, narró Tim.
Cuando despertó y se puso en pie, lo menos que esperó Tim fue ver a un cachorro lince a escasos dos pasos de él, arrimado sobre la barandilla de su porche, observando fijamente a sus hermanos correr energéticamente de un lado a otro.
Los bebés linces no dejaban de jugar en el porche
Muchas personas odiarían despertar temprano por unos visitantes inesperados. Pero Tim no pudo enojarse con los tiernos cachorritos que simplemente estaban disfrutando de la mañana, así que decidió disfrutar al máximo la insólita oportunidad que la naturaleza le estaba brindando.
“Estaban corriendo hacia adelante y hacia atrás, agarrándose el uno al otro. Empecé a alejarme, pensé: ¡Qué increíble suerte, esto simplemente supera a todo, esto es maravilloso!”, comentó el hombre.
La realidad es que muy pocas personas han tenido la fortuna de encontrarse tan cercanamente a un lince, debido a que su personalidad es bastante retraída y prefieren mantenerse alejados de los humanos.
Tim solo había podido verlos a lo lejos y ahora los tenía enfrente, dispuestos a ser capturados por el lente de su cámara.
Al principio, solo eran 4 hermosos linces los que saltaban. Pero, de pronto uno de los pequeños corrió hacia el jardín de Tim y fue ahí cuando comenzó a escuchar unos fuertes maullidos de la madre lince que acababa de llegar para supervisar que sus cachorros no se metieran en aprietos.
¡Eran 7 bebés de lince en total!
Además, la madre llegó acompañada del resto de sus cachorros. Mientras la felina maullaba, cada uno de sus 7 bebés, se colocaron en el porche de Tim, completamente ordenados y prestos a hacer lo que su madre indicara.
“Eran tan lindos. Fue increíble. Nunca he visto tantos linces. Viendo a todos estos linces en mi porche, yo estaba atónito”, enfatizó el hombre.
Tim veía con asombro todo lo que sucedía en su porche, escondido detrás de la seguridad de su puerta. Increíblemente, y sin que los felinos lo supieran, hubo un momento en que toda la familia gatuna se reunió y pudieron ser retratados en una hermosa fotografía familiar que sin duda, pasará a la posteridad.
Después de ser los protagonistas de la bella fotografía, los lindos linces jugaron sobre el porche durante 40 minutos. Nunca dejaron de saltar uno sobre el otro, rodaban e incluso luchaban entre sí.
Tim jamás olvidará el increíble encuentro que quedó registrado en el vídeo que se hizo viral:
Mientras sus hijos jugaban, la mamá lince no dejó de supervisarlos por lo que Tim llegó a la conclusión de que la felina dedicaba casi todo su tiempo a cuidar de sus traviesos bebés y solo el 1% a cazar.
Finalmente, la madre felina rodeó a sus cachorros y los condujo de vuelta al bosque.
Tim considera que lo vivió fue un auténtico milagro
Sin duda, la naturaleza es tan bondadosa que muchas veces da la oportunidad de vivir experiencias irrepetibles. Tú también abre bien los ojos, muy pronto podrías vivir algo «zoorprendente».