Gatita recién nacida se negaba a vivir hasta que una husky la tomó bajo sus patitas

Una gatita recién nacida es una de las criaturas más indefensas que existe. Sin los desvelos de su madre difícilmente podría salir adelante. Es por eso que cuando para su mala fortuna, queda huerfanita, es probable que se entregue a morir sin querer ya luchar por su vida. A no ser que otra madre sustituta aparezca en su camino como un ángel para transformarlo todo.

Así como pasó con esta perrita husky... Y es que, la capacidad de amar que tienen los animales, sin distinción alguna, es infinita.

Generalmente, se dice que los perritos y los gatitos, son los más intensos rivales. Pero definitivamente, esta es una regla que no siempre se cumple. Y la historia de Lilo y Rosie es una gran muestra de ello.

La gatita se negaba a seguir viviendo

gatita

Lilo es una cachorra de raza husky que vive en un hogar con más animales: un hermano cachorrito, un par de gatos y algunos conejos.

Y recientemente, su familia decidió adoptar a una gatita recién nacida que necesitaba atención urgente.

Pero nunca jamás imaginaron el comportamiento de Lilo hacia la pequeñina felina.

Perro-

Con solo 2 semanas de edad, parecía que la pequeña y frágil gatita ya había renunciado a la vida. Encontrada sola en las calles de San José, California, la gatita fue llevada a Thoa Bui, una mujer que había rescatado animales en el pasado.

Pero a pesar de todos los esfuerzos de Bui, la gatita, llamada Rosie, no estaba comiendo, o respondiendo mucho a cualquier cosa.

«Cuando Rosie se acercó a nosotros, tratamos de cuidarla. Nada de lo que hicimos funcionó», relató Bui.

Rosie estaba en muy mal estado y con dificultad para caminar.

Perro-gatito

La dueña de Lilo publicó en su perfil de Instagram que se sorprendió cuando la perrita la abrazó y no conforme con eso, hasta la estimulaba para ir al baño… Actuó como si fuera su propia madre.

Bui publica constantemente en la cuenta @lilothehusky imágenes y videos de esta singular madre que conmueven a millones:

Poco a poco, la gatita de ojos húmedos fue despertando a su nuevo mundo, un mundo donde la maternidad no está limitada por especies.

«Comenzó a alimentarse después de un par de horas de abrazos», recuerda Bui.

Lilo utilizó su instinto maternal para cuidar a la minina y para preservar su vida sin importar que fuera un gato. Y así fue, finalmente la gatita mejoró y abrió sus ojitos.

¡Le salvó la vida!

Tiernos

Un año y medio después de que se forjó ese vínculo vital, Lilo y Rosie todavía se niegan a permitir que nada se interponga entre ellas.

«Cuando duermen por la noche en la habitación de mi hermana, no pueden dejar de tocarse», dice Bui. «Es hilarante.»

Hasta hoy Lilo y Rosie son inseparables. Al punto que es probable que la pequeña Rosie tenga problemas de identidad y piense que es un husky más de la manada, como sus otros hermanos Infinity y Miko.

Rosie incluso empezó a pedir que le amarraran una correa para salir a pasear, algo poco común en los gatos

«Cree que sobre todo es un perro, más que cualquier otra cosa», asegura su dueña. «Podrías perdonarla, después de todo, cuando toda la bondad humana del mundo no podía sustituir al amor de madre, apareció un perro. Y ese perro ha estado a su lado desde entonces».

Es una historia muy bonita que ha cautivado a miles de personas y ha causado en su dueña mucho impacto al ver los cuidados maternales de Lilo.

No es nada raro que la adorable Rosie haya aprendido tanto de esta dulce manada de huskys. Lo más hermoso es ver cómo sabe que le debe la vida a Lilo, y realmente la ama por eso.

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