Muchas personas confían en sus peludos para el cuidado de sus casas, dado el olfato tan desarrollado y sus agudos oídos. Un perro es un gran protector, además de un indiscutible compañero leal. Por eso si algún intruso intenta entrar sin permiso en medio de la noche, seguro el can de la familia lo delataría; aunque eso no fue precisamente lo que sucedió con un canino bastante amistoso que vive en Francia.
Resulta que este perro tan amable le brindó posada a un desconocido.
En la comunidad de Bosgouet, al norte de Francia, una familia fue sorprendida una tarde al descubrir en su casa a un visitante inesperado: una cierva que supo bien cómo lograr entrar a la residencia.
La pequeña se ganó la amistad y el cuidado del perro de la casa, un pastor alemán bastante encantador y juguetón.
Las buenas energías del can hicieron que la cierva se sintiera en confianza.
La criatura no rompió ninguna ventana ni tuvo que guardar tanto sigilo, pues el perro parece haber estado complacido con su presencia y aceptó brindarle posada.
Pese a lo peligrosa que pueda considerarse la raza de este can, la historia en cuestión de este peludo demuestra una vez más que muchas de esas creencias son simples estigmas. Si piensas que esta es una raza peligrosa, pues este amiguito te hará cambiar de opinión.
Esta bolita de pelos es puro amor y no solo con sus dueños.
Solo basta saber que el can dejó que la cierva pasara la noche en la casa de sus dueños para comprender el nivel de caridad de este amiguito. Él solo quería ser amable y en su intento terminó estableciendo una linda relación con la criatura.
Aunque la familia estaba clara que no podían conservarla, permitieron que el animal salvaje se quedara en el patio por al menos tres días. Y estos fueron los mejores momentos para este pastor alemán que cayó rendido ante la gracia de la cierva.
Las orejitas largas son una característica de estas especies.
Cuando la cierva llegó había visita en casa pero esto no la ahuyentó y además el perro estuvo en todo momento a su lado para cuidarla.
“Entró al patio de nuestra propiedad el domingo 20 de junio alrededor de las 2:00 de la tarde. Teníamos gente en casa, pero eso no la asustó. Al contrario. Nuestro perro, un pastor alemán, estaba allí para protegerla. Quería jugar con ella”, comento Jean-Paul Varron.
Dada la preocupación que el perro demostró por su nueva amiga, la familia decidió acogerla mientras decidían qué hacer con ella.
“Creemos que la cierva necesitaba descansar y recuperar fuerzas. Tuve que poner los geranios (un tipo de flor) en altura para que no se los comiera todo”, añadió Varron.
Hambrienta y cansadita, la cierva halló un buen lugar para asentarse durante unos días. En su momento, la familia contactó con la administración del Parque de animales en Seine-Maritime y con el refugio Allouville-Bellefosse (Seine-Maritime), pero en ambos lugares se negaron a acogerla.
Según explicaron no podían tenerla, puesto que solo reciben animalitos lesionados o cuyas vidas estuviesen en peligro. Algo que no sucedía en este caso, pero si ellos no la querían abrigar sí que lo haría el perro de la familia.
No saben de lo que se perdieron.
Como el pastor alemán se había encariñado tanto con la cierva, la familia incluso pensó que podrían tenerla por un tiempo pero, sabiéndose un animalito salvaje, la criatura decidió volver a su hábitat. Aunque haya pasado días de juego con el perro, el instinto de la criatura era correr en libertad y así lo hizo la tarde que decidió partir.
El can deberá buscar a otro amigo pero su protección dejó al descubierto el buen corazón de muchos animales, es tiempo que los humanos aprendamos de ellos.