Kimmy Walker-Harris es una mujer de 40 años de edad que se ha autoproclamado como loca, aún más después de decidir embalsamar a su pequeña perrita, quien por 13 años la acompañó, y en sus palabras, fue la mejor perrita que pudo haber tenido.
Kimmy no soportaba la idea de no ver nunca más a su pequeña bola de pelos, así que cuando murió no dudó en congelarla y enviársela al taxidermista, ocho semanas después tenía de nuevo a su perrita, inmóvil pero con la misma mirada que la cautivaba todos los días.
La perrita se llamaba Fifi.
La madre de dos tuvo que pagar cerca de 500 dólares para embalsamar a la pequeña Fifi, sin embargo, esto no le preocupó mucho a la mujer pues asegura que el taxidermista hizo un increíble trabajo.
La perrita ahora ocupa un lugar especial en una silla en el dormitorio de Kimmy, quien junto a su esposo Stuart Walker-Harris, de 44 años, siguen saludando a la perrita todas las mañanas y la tratan como si todavía estuviera viva entre ellos.
La mujer es de Alford, Lincolnshire-Inglaterra.
Para esta pareja Fifi era una perrita muy especial, tenía una personalidad única, y sin duda, era la mejor mascota que habían tenido en mucho tiempo.
Si bien ya habían tenido otros peludos, con Fifi crearon un vínculo especial, así que tras su muerte decidieron que querían que los acompañara para siempre.
“Mis padres pensaron que era un poco extraño, pero incineran a sus perros y tienen ollas de cenizas por toda la casa. Supongo que es lo que hacen diferentes personas, algunas personas las entierran, otras tienen sus cenizas; yo solo tengo a Fifi en su caparazón”. Dijo Kimmy.
Cuando Kimmy decidió embalsamar a su perrita a sus padres y amigos no les pareció muy raro, saben que ella haría cualquier cosa con tal de preservar a quien un día amó tanto. Al respecto comentó:
“Mi familia y amigos realmente no dijeron nada al respecto. Supongo que soy una persona bastante loca de todos modos, así que probablemente solo pensaron ´ella está loca de todos modos´ es el tipo de locura que haría”.
En vida, Fifi era la dueña de su corazón y lo seguirá siendo después de muerta. Aunque su decisión no le ha hecho mucha gracia a algunas personas, Kimmy solo encontró una solución para preservar por siempre a quien ama con locura.
Siempre duele decirle adiós a quien un día amamos tanto. Comparte esta historia en tus redes y déjanos saber tu opinión.