Los perritos siempre demuestran lo incondicionales que pueden llegar a ser con sus dueños, por eso cada vez que vemos a personas comprometidas con el cuidado de sus mascotas nos alegra muchísimo. Y hoy tenemos un caso que se ha hecho viral en redes y está conmoviendo a todos, se trata del buen Scott y su familia.
Este perrito con cáncer y displasia vende papelería para pagar su tratamiento.
Scott es un cachorrito de 2 años y 6 meses de edad que vive en San Francisco de Campeche en Campeche-México, y fue diagnosticado con displasia cuando tenía solo 7 meses.
A partir de allí comenzó una carrera contra el tiempo.
Para ese momento, los humanos de Scott notaban que este solía moverse bastante extraño y pensaron que de alguna manera se había lesionado su columna. Para la mala suerte, los estudios revelaron que no se trataba de una simple lesión sino de algo más grave.
Scott fue diagnosticado con displasia bilateral de cadera.
El mestizo de labrador y bóxer nació con una malformación en las articulaciones de su cadera, lo que impide que su fémur encaje perfectamente en la cavidad ósea y le produce mucho dolor.
La noticia fue devastadora para toda la familia, así que María Paula (dueña del perrito) y sus padres comenzaron a pensar en cómo reunir el dinero para la operación del peludo.
Todos querían ayudarlo.
En principio optaron por vender comida en una cantina pero no les dio mucho resultado. Además de que por tratarse de alimentos debían salir de ellos de manera rápida y no siempre se vendía todo.
Esto les generó algunas deudas, por lo que optaron por cambiar de estrategia.
A María Paula le gusta mucho dibujar, por lo que surgió la idea de vender marcadores. Como todos debían participar, el propio Scott se encargaría de promocionarlos y fue así como surgió “Perro chueco”.
Se trata de la página de Facebook mediante la cual se comenzaron a ofrecer los plumones.
Aunque tenían ventas todos los días, la página fue creciendo y con ella los ahorros para la operación de Scott.
La generosidad de la gente permitió a María Laura llegar a la meta.
Una vez se tuvo el dinero, Scott comenzó a prepararse para su cirugía pero “su cuerpo volvió a hacer de las suyas”. Pequeñas verrugas se formaron en sus codos delanteros y tras un chequeo recibió la peor noticia.
“Fui diagnosticado con un plasmocitoma, así que además de estar chuequito, también me diagnosticaron cáncer, para mí no tan mala suerte, ambos diagnósticos, tanto del cáncer como el de la displasia habían sido diagnosticados a tiempo”, puede leerse en la página de Facebook.
Scott iba a ser intervenido de la cadera en Mérida, Yucatán, pero con el diagnóstico de cáncer todos los planes se derrumbaron.
La prótesis de titanio que habían adquirido para el perrito resultaba contraproducente.
Con el cáncer, la cirugía tendría más efectos negativos para Scott que positivos y por eso no solo fue suspendida, sino rechazada rotundamente.
El peludo tendrá que aprender a vivir con su cadera desviada.
Este amiguito debe tomar medicamentos de por vida para los dolores ocasionados por la displasia y también se enfrenta a un tratamiento oncológico.
Scoot recibe constantemente autovacunas y acude a chequeo con su “dogtor” en Mérida.
El peludo y su familia llevan casi dos años luchando por mejorar la condición de vida del animalito y, pese a que hay quienes insisten instándolos a sacrificar al perrito, ellos se rehúsan y prefieren continuar dando la batalla.
Frente a esta situación, toda la familia se dedica a promocionar no solo los rotuladores (marcadores), sino diferentes artículos de papelería que ya han incluido en el inventario.
La criatura merece una oportunidad.
Scott tomará medicamente de por vida, incluso después de que supere el cáncer, y por eso necesita de la ayuda de todos para sobrevivir. Si está entre tus posibilidades ayuda a nuestro amiguito en su Facebook.
Esta es una lucha bastante emotiva, por favor comparte la noticia y ayúdanos a darle más visibilidad a la causa de este peludito. ¡Scott, nosotros también estamos contigo!