Son muchos los perritos que deben enfrentar difíciles situaciones al caer en manos equivocadas, no solo malos tratos y abandono, si no la apatía de algunas personas que ignoran que se trata de un ser vivo sin poder hablar a través de su mirada nos pide ayuda.
Afortunadamente, estamos convencidos que los buenos somos más e insistimos hacer visible esas historias de rescate que logran el final feliz que todos los peludos merecen.
Se desconoce cuántos días llevaba el perrito esperando ayuda.
Recientemente, la familia Ringstaff viajaba en auto al sureste de Kentucky cuando se toparon con un perrito solitario al borde la carretera, se trataba de un Gran Pirineo que estaba sentado inmóvil, como si estuviera esperando a las personas correctas que le ofrecieran un nuevo hogar.
Inicialmente, la familia siguió sin prestarle mucha atención al peludo, pero la triste escena los conmovió tanto que decidieron regresar al lugar e intentar resolver qué le había pasado.
Las niñas realizaron un trabajo en equipo y montaron al perrito en la camioneta.
Al acercarse, la familia se dio cuenta que la escena era aún más desconsoladora, el indefenso perrito estaba sentado junto al cadáver de su peludo amigo.
Al parecer, alguien los atropelló y se dio a la fuga. El perrito que había sobrevivido tenía algunas lesiones, estaba muy desorientado y triste.
La mirada del perrito conmovía hasta el corazón más duro.
La familia le brindó toda la ayuda que necesitaba y decidió investigar un poco sobre el pasado de los peludos.
Descubrieron que los perritos pertenecían a una persona de la comunidad que se había mudado de ciudad y los había dejado sin ningún tipo de apoyo, no habló con ningún vecino ni mucho menos contacto algún refugio para que fueran por ellos.
En la casa las niñas lo bañaron y revisaron sus lesiones.
Quedaron completamente solos e indefensos, hasta que fueron atropellados y uno de ellos perdió la vida. Después del accidente algunos residentes intentaron ayudar al perrito sobreviviente, pero se negaba abandonar a su amigo muerto.
No fue sino hasta que apareció la familia Ringstaff que el perrito aceptó la ayuda que tanto necesitaba. Esta hermosa bola de pelos fue llamada Tucker, si bien su proceso de recuperación no ha sido nada sencillo han logrado una increíble transformación.
No solo sanaron sus heridas físicas sino emocionales, ahora es un perrito feliz que agradece estar lado de personas maravillosas.
Tucker pasa sus días compartiendo con otro peludito y con las niñas de la familia, quienes han sido las principales responsables de su recuperación, verdaderos angelitos para un perrito vulnerable que hoy disfruta de una segunda oportunidad. Esta hermosa bola de pelos conquistó el corazón de todos y ama tener toda la atención.
Qué bonito es saber que los buenos somos más. No te vayas sin compartir esta historia en tus redes y anímate hacer la diferencia.