Cualquier desaparición enciende la alarma de los oficiales, pero se ven involucrados menores de edad, como la niña de esta historia, el asunto se convierte en una prioridad para todos.
En ese punto tanto agentes del orden como medios de comunicación y la población en general, desea que el caso se solucione con mayor prontitud.
El rostro de esta niña conmovió a toda una comunidad
Encontrar a la víctima con vida era el deseo de muchos en el caso de una menor desaparecida en el estado de Tennessee (Estados Unidos).
Lo que nadie imaginó es que fuese nadie menos que un perro el que se hiciera acreedor de la medalla de héroe al solucionar este caso que parecía peligroso e imposible.
El nombre del can es Fred y hoy es aclamado por todos.
La pequeña de solo seis años, Kinzleigh Reeder, desapareció dejando a su madre desconsolada.
Tanto la familia como los oficiales sospechaban que la pequeña estaba en manos de su padre Nicholas, después de que un juez le impidiera ver a su hija.
Al parecer, el hombre se negaba a aceptar la firme sentencia y decidió hacer justicia por sus manos, reteniendo a la niña para hacer pagar a su ex mujer y para que “nadie los separara”. El hombre había expuesto a su hija a graves peligros con anterioridad y la Policía temía que en esa ocasión ocurriera algo peor.
Debían actuar pronto si querían salvarla.
La familia de la menor vivió un verdadero calvario durante el tiempo que estuvieron sin noticias de Kin (como le llaman por cariño). Pero la pesadilla terminaría gracias a la gran intervención del oficial más apuesto del departamento: Bloodhound Fred.
El inteligente sabueso rastreó a Kin y a su padre, gracias a unas prendas personales que la familia había facilitado para la investigación.
Solo eso le bastó para resolver el caso.
Una vez más los canes nos demuestran el poder de su super olfato.
«Obtuvimos un artículo que pertenecía al padre y dejamos que Fred lo oliera. Conducimos hasta la casa y liberamos a Fred, quien siguió un camino a pie desde la casa hasta una pila de quema, un camión y una dependencia, ayudando el sabueso a localizar al niño de seis años. Olió la puerta y el pomo de la puerta y se sentó indicando que encontró al padre”, informó en un comunicado la Oficina del Sheriff del condado de Rutherford.
Kin y su padre estaban ocultos en un cobertizo en el que el sujeto había instalado «barricadas y mantenía las ventanas cubiertas con metal». Sin duda, un lugar terrorífico y deplorable para una pequeña, pero gracias a la labor de Fred el peligro había pasado.
La indefensa Kin corrió a los brazos del heroico sabueso y se mantuvo a su lado durante todo el camino de regreso a casa. No cabía duda de que él la había rescatado y para la niña era no solo su héroe, sino un ser que le despertó confianza de inmediato.
Todo el departamento alabó a Fred por su trabajo.
En recompensa por su labor, el compañero humano de Fred sacó una pieza de pollo y se la entregó. El peludo la devoró de inmediato y recibió con agrado todos los mimos y elogios que sus equipo le dio por su increíble trabajo. Sin duda que de no ser por su intervención, nadie sabe lo que hubiese pasado.
Son casos lamentables que celebramos por su esperanzador final gracias a este perro maravilloso, pero que por nada del mundo se pueden repetir. ¿Cuándo dejarán los adultos de usar a los niños para resolver sus problemas?
Una vez más los perros demuestran su inteligencia y astucia. Y la pequeña ya puede abrazar a su familia.