Para todos los grupos de rescate y departamentos de bomberos de todo el mundo, la presencia de los canes resulta imprescindible. No solo por su destreza y adiestramiento técnico práctico, sino por ser ellos quienes son: los seres más adorables y tiernos quienes, con su compañía resaltan el buen sabor de la vida.
Bombi, una perrita quien durante 18 años engrosó las filas del Departamento de Bomberos de San Isidro, en Argentina, se fue al cielo de los canes el pasado miércoles. La noticia enlutó a toda la plantilla de voluntarios, quienes, en conjunto decidieron despedirla con un cálido homenaje póstumo.
La perrita había sido adoptada por el cuartel de bomberos en el año de 2003. Desde entonces, se convirtió en una compañera más y la más fiel de los efectivos. A través de un emotivo discurso grabado en vídeo, los funcionarios activos expresaron su profundo pesar por la triste partida de Bombi.
Bombi solo sabía dar amor
“Dicen que todos los perros van al cielo. Hasta pronto, amiga. Con gran tristeza queremos informar que hoy nos dejó nuestra muy querida compañera, Bombi”, escribieron los bomberos de San Isidro en su cuenta oficial de las redes sociales.
Además, para acompañar a la dolorosa noticia, los integrantes del cuartel subieron a la red social un segundo y aún más emotivo vídeo, que muestra una secuencia de imágenes de la valiente perrita.
En la grabación se puede observar a Bombi en plena acción, dentro del cuartel que fue su hogar y saludando a los efectivos, su familia por tantos años. Se la ve moviendo la cola henchida de alegría, o posando en primer plano en una formación de bomberos al frente de la sede del Departamento.
“Nos acompañaste siempre. Y siempre estarás en nuestros corazones”, se puede leer sobre las imágenes.
Según cuenta el jefe de bomberos, Comandante Mayor Daniel Gallego, Bombi fue rescatada y adoptada después de ser arrollada por un vehículo en los predios de la puerta principal del cuartel ubicado en la zona de Santa Fe al 600, en Acassuso.
El animalito presentó un hematoma bastante considerable. De inmediato, fue trasladada a un centro veterinario donde los médicos la curaron y quedó bajo el amparo del grupo de rescate. Para ese momento, Bombi tenía menos de un año de edad.
Desde entonces comenzó a salir junto con su equipo a cubrir los eventos, montada en la autobomba e interviniendo en los incendios. Entraba a lugares a temperaturas altísimas y muy sofocantes, sin quemarse una sola pestaña. Igual que esperaba alerta en la estación, a que todo el grupo llegara con bien de un incendio.
También, Bombi era sumamente inteligente y muy obediente, considerada una rescatista más del grupo. Sin embargo, el lunes pasado, tras presentar problemas de salud debido a sus años, la perra mestiza tuvo que ser ingresada en una clínica veterinaria de la zona, donde, finalmente, exhaló su último suspiro.
Nadie podrá ocupar tu lugar, valiente bombera de gran corazón
Hasta siempre, Bombi, tus seres queridos te despiden con cariño y nosotros con ellos hacemos lo mismo. ¡Vuela alto! y sigue cuidando de nosotros. Comparte esta conmovedora historia con tus amigos.